Buscan que en el transcurso del año se pueda construir el México que han soñado
Por Arturo Ramírez
Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- La Arquidiócesis Primada de México deseó para este 2025 el respeto hacia los migrantes, la paz y la seguridad social, cuyo objetivo, según la Iglesia católica, es construir un México mejor.
«Que México sea un lugar donde prevalezca la paz, que nuestras familias puedan vivir sin miedo; que nuestras calles, hogares y espacios públicos sean sitios seguros para todos; que las instituciones encargadas de garantizar la seguridad trabajen en estrategias integrales para prevenir la violencia», expresó la Iglesia a través de su editorial Desde la Fe.
De igual manera, la segunda prioridad para la Iglesia es un sistema de salud eficaz y accesible para todas y todos en el que reciban un trato digno, respetuoso y con un enfoque especial en la salud mental, por lo que imploraron por mejoras sustantivas en los hospitales del territorio nacional.
Mientras tanto, en materia de justicia, esperan que México pueda tener un sistema imparcial, pronto y expedito, y que, además, las personas encargadas de defenderla sepan aplicar las leyes con responsabilidad sin dejar de lado el papel de honestidad que debe mantener la ciudadania.
Asimismo, pidieron que la sociedad mexicana deje a un lado sus diferencias para construir lazos de unidad social que permitan forjar puentes de colaboración y entendimiento, los cuales, aunados a la integración de las familias, ayudarán a construir un México más fuerte y solidario.
Respecto a la posible crisis migratoria que se avecina con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la iglesia pidió por un país que sea sensible y respetuoso al sufrimiento que podrían enfrentar los migrantes.
«Que México se convierta en un país sensible al sufrimiento de los migrantes; que los respete, les brinde un trato digno y los reconozca como hermanos desfavorecidos», expresaron.
Por otra parte, su octavo deseo estuvo destinado al cuidado de las infancias, para que las niñas y los niños puedan desarrollarse en un ambiente de amor y respete que les ofrezca salud, educación y un trato digno.
En el caso de la violencia, imploró que aquellas familias que sufren de dicha problemática puedan recibir acompañamiento emocional, jurídico y social, tanto de las autoridades como de los ciudadanos.
Finalmente, sus últimos tres deseos fueron destinados a la equidad e igualdad entre hombres y mujeres; el respeto a la vida a la vida humana y al cuidado del medio ambiente.