No es el estrés, es cómo lo enfrentamos: descubre el poder de algunas estrategias de coping para recuperar tu equilibrio emocional
El estrés es una constante en la existencia humana. Ya sea causado por problemas laborales, relaciones personales o situaciones inesperadas, cada persona lo enfrenta de formas únicas. Y estas respuestas ante el estrés se conocen como coping o estrategias de afrontamiento. Conocer los esfuerzos conscientes e inconscientes que realizamos para resolver problemas puede ayudarnos a usar la inteligencia emocional para reducir el impacto del estrés en nuestras vidas.
–¿Qué es el coping y por qué es clave para lidiar con el estrés?
Richard Lazarus y Susan Folkman, pioneros en el estudio del coping, lo definieron como “esfuerzos cognitivos y conductuales en constante cambio, para manejar demandas externas e internas que se perciben como desafiantes o desbordantes”. En otras palabras, el coping es como un sistema interno de ajuste que busca devolvernos a un estado de equilibrio emocional y mental.
Como apunta el portal Positive Psychology, el coping puede dividirse en dos grandes tipos:
- Estrategias positivas. Son las que contribuyen a mejorar el bienestar emocional y físico.
- Estrategias negativas. Pueden proporcionar alivio temporal, pero a largo plazo aumentan el estrés y afectan la salud.
Estrategias positivas de coping
Las estrategias positivas son las que se centran en solucionar el problema o mejorar nuestra percepción del mismo. Estas son algunas de las más efectivas:
- Apoyo social. Hablar con amigos, familiares o terapeutas es esencial. Compartir emociones y buscar apoyo alivia el estrés y fortalece las conexiones interpersonales.
- Relajación y mindfulness. Técnicas como la meditación, la respiración profunda o el yoga ayudan a reducir la ansiedad y a entrenar la mente para enfrentar desafíos con calma.
- Actividad física. Ejercicios como caminar, nadar o andar en bicicleta liberan endorfinas, mejoran la circulación y promueven una sensación de bienestar general.
- Reevaluación positiva. Buscar el aprendizaje o crecimiento en las adversidades es una herramienta poderosa para transformar el estrés en una oportunidad.
Estrategias negativas de coping
Cuando el estrés nos sobrepasa, podemos caer en patrones que parecen aliviar el malestar momentáneamente, pero son perjudiciales a largo plazo:
- Apoyo social. Hablar con amigos, familiares o terapeutas es esencial. Compartir emociones y buscar apoyo alivia el estrés y fortalece las conexiones interpersonales.
- Relajación y mindfulness. Técnicas como la meditación, la respiración profunda o el yoga ayudan a reducir la ansiedad y a entrenar la mente para enfrentar desafíos con calma.
- Actividad física. Ejercicios como caminar, nadar o andar en bicicleta liberan endorfinas, mejoran la circulación y promueven una sensación de bienestar general.
- Reevaluación positiva. Buscar el aprendizaje o crecimiento en las adversidades es una herramienta poderosa para transformar el estrés en una oportunidad.
Estrategias negativas de coping
Cuando el estrés nos sobrepasa, podemos caer en patrones que parecen aliviar el malestar momentáneamente, pero son perjudiciales a largo plazo:
- Evasión y negación. Ignorar el problema o evitar enfrentarlo solo lo agrava.
- Numbing emocional. Desconectarnos de nuestras emociones puede derivar en aislamiento o conductas de riesgo, como el abuso de sustancias.
- Refugio en hábitos poco saludables. Comer en exceso, pasar horas viendo televisión o navegar sin rumbo en las redes sociales son ejemplos de conductas que no resuelven el estrés, aumentan la frustración y pueden llevar al brainrot.
Coping e inteligencia emocional
Un enfoque basado en la inteligencia emocional puede transformar nuestra manera de lidiar con el estrés. Reconocer y gestionar nuestras emociones nos permite elegir las estrategias de afrontamiento más efectivas y evitar caer en patrones destructivos.
Recuerda que cada persona enfrenta el estrés de manera diferente. Lo importante es desarrollar un conjunto de herramientas que nos permita adaptarnos a diversas situaciones y conocernos mejor.
POR: EL UNIVERSAL