Reclaman justicia, pues desde hace 25 años se les hizo el cálculo de estas prestaciones que son míseras
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Ni el frío detiene a los abuelitos que desde 2023 reclaman justicia social consistente en una actualización a sus pensiones del IMSS las cuales fueron calculadas en base al salario mínimo que prevalecía hace 20 y 25 años, ellos continúan reuniéndose al exterior de las oficinas administrativas de la institución.
El representante Raymundo Romo quien se recupera de una crisis de hipertensión arterial que lo mantuvo varias horas internado en el IMSS, agregó que hay avances porque la Procuraduría Federal del Trabajo interpuso demandas ante el Tribunal Federal Laboral en Asuntos Individuales.
Romo manifestó que una actualización equivaldría a percibir entre 8 mil 500 y 9 mil pesos mensuales para la etapa final de la vida, esperando justicia en las autoridades judiciales federales, ya que el único incremento a corto plazo del IMSS es el que se aplica anualmente para ser cobrado el próximo 1 de febrero.
-El Gobierno Federal ya empieza a divulgar su propaganda de que la inflación al cierre de 2024 fue de 4.5 por ciento, entonces en ese porcentaje, tal vez únicamente 4 por ciento incrementará las pensiones- lamentó el activista social quien aún permanece convaleciente de los estragos que le propició el incremento desmedido en la presión arterial.
Comunicó que después que queden radicadas las demandas laborales, el juzgador fijará las audiencias entre los pensionados y autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social para avanzar en el proceso hasta que dicte sentencia la cual esperan sea condenatoria para la dependencia.
Después de mítines, manifestaciones, protestas y reclamos durante los últimos 18 meses, Romo García afirmó que esto continuará durante el transcurso de 2025 hasta que la justicia federal en materia de trabajo determine lo que están reclamando para los adultos mayores y sus familias que perciben de 3 mil 500 a 5 mil pesos mensuales.
Concluyó que el año pasado el Presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña asumió el compromiso durante una reunión presencial de ser gestor ante el IMSS, pero que ahora ya ni siquiera les recibe las llamadas telefónicas, ni contesta los correos electrónicos.