La Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) y la Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California clausuraron los quirófanos del hospital Medical del Río, en Tijuana, tras la muerte de la influencer Asli Fernández. La joven, madre de tres hijos y creadora de contenido sobre belleza, falleció después de someterse a un procedimiento estético conocido como «mommy makeover».
Según el esposo de Asli, Christian Carreón, la cirugía no se completó como estaba planeado y, según el hospital, la causa de muerte fue una presunta trombosis. Sin embargo, la familia ha señalado irregularidades, como la falta de información precisa sobre el deceso y el intento del hospital de evitar la intervención del Servicio Médico Forense (Semefo).
El hospital, conocido en Google como Río Médica y ubicado en una zona donde se concentran clínicas privadas de alta demanda para cirugías estéticas, está bajo investigación. La FGE ha solicitado expedientes clínicos y documentación para verificar la capacitación del personal médico y de enfermería. Además, se inspeccionan las condiciones del quinto piso, donde se encuentran los quirófanos.
El esposo de la víctima expresó su desconcierto por la falta de avances en la investigación y las inconsistencias en las explicaciones del hospital. Afirmó que los estudios previos de Asli mostraban un estado de salud óptimo y negó que consumiera tabaco, como se especuló inicialmente.
El caso ha puesto en el foco las regulaciones y estándares de seguridad en clínicas de cirugía estética, así como la transparencia en la atención médica. La FGE ha asegurado estar en constante comunicación con la familia de la víctima y prometió esclarecer los hechos.