Descubre las bondades de esta infusión tradicional mexicana para la salud, conocida por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes.
El té de árnica, elaborado con flores de la planta Arnica montana, es uno de los remedios herbolarios más apreciados en México. Sus propiedades medicinales son reconocidas por generaciones, especialmente en el alivio de inflamaciones y dolores musculares. Esta bebida, cuando se consume con precaución, es una herramienta natural para mejorar la salud.
Beneficios del té de árnica
Las flores de árnica contienen compuestos activos como lactonas sesquiterpénicas, flavonoides y aceites esenciales que le otorgan sus propiedades únicas. Entre los principales beneficios destacan:
Propiedades antiinflamatorias: ideal para aliviar inflamaciones internas y externas.
Calma dolores musculares y articulares: especialmente útil tras el ejercicio o en casos de lesiones.
Favorece la cicatrización: promueve la recuperación de tejidos dañados.
Alivio para problemas digestivos: ayuda a combatir cólicos y malestares estomacales.
Mejora la circulación: favorece la salud cardiovascular y reduce la presión arterial.
Ojo: el té de árnica debe consumirse en pequeñas cantidades y bajo supervisión médica, ya que en exceso puede ser tóxico.
Cómo preparar té de árnica
Ingredientes:
- 1 litro de agua.
- 1 a 2 flores de árnica secas (preferiblemente orgánicas).
Procedimiento:
- Hierve el agua: lleva el agua a ebullición en una olla.
- Infusiona las flores: agrega las flores al agua y deja que reposen durante 5 minutos.
- Cuela y sirve: retira las flores antes de beber. Puedes endulzar con miel o agregar limón según tu preferencia.
¿Para qué sirve el té de árnica?
- Reduce la inflamación causada por golpes o esguinces.
- Alivia dolores de cabeza y migrañas.
- Mejora la recuperación tras lesiones físicas.
- Ayuda a calmar el estrés y la ansiedad.
- Apoya el sistema digestivo y reduce cólicos.
Por El Economista