Las estatuas de Donald Trump con la famosa posición de Buda capturan un momento cultural único e invitan a la reflexión.
Las estatuas de Donald Trump en postura de meditación al estilo Buda están causando furor en China. A pesar de que el expresidente estadunidense es conocido por su carácter polémico y enérgico, estas esculturas han captado la atención por su sorprendente contraste: una figura que encarna calma y serenidad con el rostro del controvertido magnate.
«Hubo mucho interés en los días después de la elección», explica a la AFP este artista de 47 años, que ideó las estatuas como una broma.
Estas piezas son obra del artista chino Hong Jinshi, quien comenzó a diseñarlas como una broma en 2021. Disponibles en diferentes tamaños, las esculturas tienen precios que oscilan entre 999 y 20 mil yuanes (aproximadamente entre 2 mil 700 y 55 mil pesos mexicanos). Tras hacerse virales en la plataforma de comercio Taobao.
Una idea viral y rentable
El éxito de estas estatuas se basa en su inesperado contraste. Según Hong, «la personalidad de Trump y el aspecto de la estatua son radicalmente opuestos», lo que resulta divertido para los compradores. Cada figura incluye un empaque que parodia el famoso eslogan de Trump: «Devuelva a su empresa su grandeza», escrito en mandarín.
Es siempre divertido reírse un poco de las figuras de autoridad y de personalidades célebres», dice Hong, sentado descalzo en el suelo de su taller de decoración minimalista.
El interés no se limita a China. Réplicas de estas esculturas han aparecido en plataformas estadounidenses como Amazon y Temu, donde se venden a precios de hasta 40 dólares.
El talento irónico de Hong no se detiene en Trump. Recientemente, el artista presentó una escultura de Elon Musk, el propietario de Tesla, SpaceX y X, también conocido por su apoyo a Trump. En esta obra, Musk aparece como Iron Man, equipado con una armadura metálica de la que emerge un gran cohete desde su entrepierna, simbolizando sus ambiciones espaciales.
Aunque Hong asegura admirar a Musk por sus logros empresariales, también utiliza su arte para provocar y homenajear. «Los cohetes de Musk son increíbles; ha logrado lo que muchos países no pueden hacer», comenta el artista.
Entre la censura y la popularidad
A pesar de su éxito, las esculturas de Trump ya no están disponibles en plataformas chinas, ya que los anuncios han sido retirados, posiblemente por considerarse ofensivos para los budistas. Sin embargo, los pedidos continúan llegando a través de turistas y contactos personales.
El artista evita hablar sobre la política de Trump hacia China, un tema delicado en el país. Durante su primer mandato, Trump impuso elevados aranceles a productos chinos y mantuvo una retórica agresiva hacia Pekín, culpando a China de la pérdida de empleos en Estados Unidos y del covid-19, al que llamó el «virus chino».
Para Hong, Trump sigue siendo una figura fascinante.
«Pienso que es todavía tan divertido como antes», dice. Su arte se ha convertido en un reflejo del magnetismo y la controversia que rodean al expresidente estadunidense.
Estas esculturas no solo capturan un momento cultural único, sino que también representan la habilidad de transformar figuras polarizadoras en objetos de humor y reflexión. Con Trump y Musk como inspiración, Hong Jinshi ha encontrado una manera de conectar lo absurdo con lo artístico, conquistando tanto a admiradores como a críticos.
¿Quién fue en realidad Buda?
Buda, cuyo nombre de nacimiento fue Siddhartha Gautama, es una figura central en la historia espiritual de la humanidad y el fundador del budismo. Nacido alrededor del año 563 a.C. en Lumbini, en la actual Nepal, Siddhartha fue príncipe del reino de Kapilavastu.
A pesar de su vida de lujo, se sintió profundamente conmovido por el sufrimiento humano al observar la enfermedad, la vejez y la muerte. Esta experiencia lo llevó a renunciar a sus privilegios reales en busca de una comprensión más profunda de la existencia humana.
Durante años, Siddhartha practicó el ascetismo y la meditación, explorando diversas enseñanzas de su época. Finalmente, a la edad de 35 años, alcanzó la iluminación mientras meditaba bajo la higuera de Bodh Gaya, en la India. A partir de entonces, fue conocido como Buda, que significa «el que está despierto» o «el iluminado».
Tras su iluminación, Buda dedicó el resto de su vida a enseñar el camino hacia la liberación del sufrimiento, conocido como el Nirvana. Sus enseñanzas se centran en las Cuatro Nobles Verdades:
1. La existencia del sufrimiento (dukkha): Reconocimiento de que la vida en el mundo está llena de sufrimiento y descontento.
2. El origen del sufrimiento: Identificación del deseo y el apego como causas fundamentales del sufrimiento.
3. La cesación del sufrimiento: La posibilidad de liberarse del sufrimiento eliminando el deseo y el apego.
4. El camino que conduce a la cesación del sufrimiento: El Noble Óctuple Sendero, que incluye la comprensión correcta, el pensamiento correcto, el habla correcta, la acción correcta, el modo de vida correcto, el esfuerzo correcto, la atención correcta y la concentración correcta.
Buda enseñó principalmente en el noroeste del subcontinente indio durante unos cuarenta años. Sus enseñanzas dieron origen al budismo, una tradición espiritual que se ha expandido por todo el mundo, influyendo en diversas culturas y sistemas de pensamiento.
El legado de Buda perdura a través de sus enseñanzas, que enfatizan la importancia de la ética, la meditación y la sabiduría como medios para alcanzar la liberación espiritual. Su vida y enseñanzas continúan siendo una fuente de inspiración para millones de personas que buscan comprender la naturaleza de la existencia y encontrar un camino hacia la paz interior.
POR: EXCELSIOR