La negativa de Yoon a cooperar con los investigadores se produce mientras el Tribunal Constitucional celebra una segunda vista en su juicio de destitución
El arrestado presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, no asistió el jueves a un segundo día de interrogatorios de los investigadores, lo que supone una nueva obstrucción al caso penal para determinar si cometió insurrección con su intento de imponer la ley marcial.
Yoon se convirtió el miércoles en el primer presidente surcoreano en ejercicio detenido y fue recluido en el Centro de Detención de Seúl tras negarse a cooperar.
Su abogado citó su estado de salud como factor para su ausencia en el interrogatorio. Los investigadores no explicaron por qué no le obligaron a asistir.
Las autoridades disponen de 48 horas para interrogar al presidente suspendido, tras lo cual deben ponerlo en libertad o solicitar una orden de detención de hasta 20 días. Sin embargo, esa cuenta atrás se interrumpió, ya que sus abogados pidieron a un tribunal que revise la legalidad de la detención.
La negativa de Yoon a cooperar con los investigadores se produce mientras el Tribunal Constitucional celebra una segunda vista en su juicio de destitución para determinar si le cesa de forma definitiva o le restituye sus poderes presidenciales.
Corea del Sur se enfrenta a su peor crisis política en décadas, desencadenada por el breve intento de Yoon de imponer la ley marcial el 3 de diciembre, que fue rechazado por el Parlamento.
En los alegatos iniciales ante el Constitucional, un legislador del opositor Partido Democrático condenó a Yoon por «la insurrección del 3 de diciembre» y dijo que intentó junto a un pequeño número de partidarios avivar el caos al negarse a aceptar su orden de detención.
«Este juicio de destitución decidirá si alguien como Yoon vuelve a ocupar el puesto de comandante en jefe del ejército», declaró Jung Chung-rae, legislador que preside la Comisión de Legislación y Asuntos Judiciales del Parlamento.
POR: LATINUS