Este 17 de enero celebramos el Día de la Cocina Italiana con la receta clásica de lasaña a la Bolognesa, un plato que refleja los sabores esenciales de Italia.
Cada 17 de enero, el mundo se une para celebrar la exquisita tradición culinaria de Italia. Este día no solo rinde homenaje a las raíces gastronómicas del país, también nos invita a redescubrir platos emblemáticos que han conquistado al mundo. Entre ellos, la lasaña ocupa un lugar privilegiado: una receta que, a pesar de sus diversas interpretaciones, sigue siendo un símbolo de la cocina hogareña italiana.
La lasaña, con sus capas de pasta fresca, salsa rica y un sinfín de variaciones de relleno, es un verdadero tesoro. Originaria de la región de Emilia-Romaña, este plato refleja la sencillez y la riqueza de los ingredientes italianos. Aunque la receta puede adaptarse según gustos y estaciones, aquí te presentamos la versión clásica, que ha conquistado generaciones: lasaña a la bolognesa.
Receta clásica de lasaña a la bolognesa
Ingredientes:
Para la salsa bolognesa:
- 500 g de carne molida de res
- 200 g de carne molida de cerdo
- 1 cebolla, finamente picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 2 zanahorias, peladas y picadas
- 2 ramas de apio, picadas
- 1 lata de tomate triturado (400 g)
- 1 vaso de vino tinto
- 1 cucharada de pasta de tomate
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva extra virgen
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharadita de azúcar (opcional)
Para la salsa bechamel:
- 50 g de mantequilla
- 50 g de harina
- 500 ml de leche
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Otros ingredientes:
- 300 g de pasta para lasaña (puede ser fresca o precocida)
- 200 g de queso ricotta
- 200 g de mozzarella rallada
- 100 g de queso parmesano rallado
Procedimiento:
- Preparar la salsa Bolognesa: en una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva y añade la cebolla, el ajo, la zanahoria y el apio. Cocina a fuego medio hasta que se ablanden, unos 10 minutos.
- Agrega las carnes molidas y cocina hasta que se doren, desmenuzándolas con una cuchara de madera.
- Vierte el vino tinto y deja reducir durante unos minutos, luego agrega la pasta de tomate y el tomate triturado.
- Incorpora la hoja de laurel y sazona con sal, pimienta y una pizca de azúcar si el tomate está muy ácido.
- Cocina a fuego lento durante al menos 45 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que la salsa se espese y los sabores se mezclen perfectamente.
Para la salsa bechamel:
- En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la harina y cocina, removiendo constantemente, hasta que se forme una pasta suave (roux).
- Poco a poco, agrega la leche, batiendo continuamente para evitar grumos. Cocina a fuego bajo hasta que la salsa espese. Sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.
Montar la lasaña:
- Precalienta el horno a 180°C.
- Si usas pasta fresca, cocínala según las instrucciones del paquete. Si usas pasta precocida, solo necesitas hidratarla con agua caliente.
- En una fuente para horno, extiende una capa de salsa Bolognesa en el fondo. Luego coloca una capa de pasta, seguida de una capa de salsa bechamel, una capa de ricotta y un poco de mozzarella rallada.
- Repite el proceso de capas hasta llenar la fuente, terminando con una capa generosa de salsa Bolognesa y una mezcla de mozzarella y parmesano rallado por encima.
- Cubre con papel aluminio y hornea durante 25 minutos. Luego, quita el papel aluminio y hornea otros 10 minutos o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
- Servir: deja reposar la lasaña durante unos minutos antes de cortarla. Sirve caliente, acompañada de un buen vino italiano, como un Chianti o un Montepulciano, para realzar los sabores.
Los ingredientes clave de la cocina italiana
La cocina italiana es sinónimo de frescura, sencillez y, sobre todo, de calidad en sus ingredientes. Algunos de los productos esenciales que no pueden faltar en sus platos incluyen:
Aceite de oliva extra virgen: la base de muchas salsas y aderezos, es el alma de la cocina mediterránea, aportando sabor y beneficios para la salud.
Pasta fresca: desde lasaña hasta ravioles, pasando por espaguetis, la pasta es la estrella de los platos italianos.
Tomate: los tomates frescos y triturados son fundamentales en salsas como la marinara o la bolognesa, que acompañan desde pizzas hasta pastas.
Quesos: la mozzarella, el parmesano y el ricotta son imprescindibles en lasañas, pizzas y ensaladas, aportando textura y sabor.
Hierbas frescas: albahaca, orégano, romero y tomillo son los toques herbales que enriquecen los sabores de la comida italiana.
Vino: Italia es conocida por sus excelentes vinos, los cuales acompañan cada comida y elevan la experiencia gastronómica.
Por El Economista