Las personas migrantes en el norte de México coinciden en el temor a las deportaciones masivas y otras medidas prometidas por Trump, que tomará posesión como presidente el 20 de enero.
Piedras Negras, Coah.- A tres días de iniciar el segundo periodo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el Paseo del Río, en Piedras Negras, al norte de Coahuila, sitio usual de cruce migratorio, luce vacío.
La expectativa internacional era que cientos de personas migrantes abarrotaran las vegas del Río Bravo en un intento de cruzaran la frontera entre Coahuila y Texas previo al 20 de enero, sin embargo, las personas migrantes que se encuentran en Piedras Negras permanecen en refugio.
Se trata de personas migrantes que tramitaron o esperan una respuesta sobre una cita solicitada a la Agencia de Aduanas y Control Fronterizo estadounidense, CBP,(Custom Border Patroll). A pesar de que las personas extranjeras buscan alinearse a los requisitos migratorios estadounidenses, el proceso no es fácil.
Elder Delcid se aventuró desde Honduras sin una cita. En el trayecto la solicitó. Tiene en Piedras Negras casi un año, y no ha recibido una respuesta de la autoridad norteamericana.
“De hecho no ha sido nada sencillo, para nada sencillo. En mi caso yo estoy aquí esperando una cita, no la tengo aún aprobada, entonces, el trayecto que lleva, el tiempo que hay que esperar es difícil, nosotros tenemos una familia en nuestro país que pues ellos también esperan que nosotros logremos el objetivo d estar en un país norteamericano, y pues tenemos que esperar hasta que nos permitan entrar”.
Jesús Alvarado viajó desde El Salvador a Piedras Negras, llegó dos días antes de su cita. Confiado en la seguridad de esta frontera, se quedó en el río, donde fue asaltado y le robaron el documento que debía presentar para ser entrevistado por la autoridad migratoria estadounidense. Perdió su cita y tramitó una segunda, pues asegura que no es opción regresar a El Salvador.
“Ahorita estamos esperando primero Dios, a ver si nos vuelve a salir la cita o algo, porque esta complicado regresarme otra vez a mi país. Esta complicado la verdad, y uno pasa muchas penurias en el camino. No fue fácil llegar hasta acá, a mi me dolió mucho haber perdido mi cita, y la verdad, la verdad, regresar a mi país, una opción no es”.
Las personas migrantes coinciden en la incertidumbre que provocan las amenazas de un cierre de frontera y las deportaciones masivas, pero refieren que provoca mayor temor el no ser apto para una visa humanitaria como le ocurrió a Derin Muñoz, originario de Honduras, quien tras la entrevista migratoria en Estados Unidos, fue descartado sin razón precisa. Ya tiene año y medio en México con la esperanza de una nueva cita o en un extremo, intentar un cruce ilegal.
“Primeramente Dios que nos salga nuestra cita de la CBP1 para entrar legalmente a Estados Unidos. A veces siento que nos preocupa tanto, principalmente a mi y a mis demás compañeros, pero que se haga la voluntad de Dios”. Sobre el endurecimiento de las normas, señaló que se buscaría ”experimentar, pasar así ilegalmente, o buscar otro método ya diferente”
Refugios para migrantes son para personas con citas en EU
Desde hace un año y seis meses, el refugio en estos centros humanitarios son solo para quienes cuentan con una cita para entrevista. De acuerdo con Héctor Quiñones, encargado del albergue de la Primera Iglesia Bautista en Piedras Negras, este documento llegó a ser motivo de conflictos entre las personas extranjeras.
“El 90 a 95 por ciento de las personas que llegan acá son con cita programada, ya las personas que hay ahorita que no tienen cita. Fue porque llegaron acá con su cita y migración de los Estados Unidos, desconozco el motivo, los devolvieron, entonces nosotros les brindamos el apoyo para que vuelvan a pedir su cita. Anteriormente si recibimos con programación y sin programación, pero las personas que llegaban sin cita programada se aprovechaban de las personas que tenían su cita programada, les buscaban problemas o algo para hacerlos perder su cita”.
Los albergues religiosos o de la sociedad civil se encuentran llenos, pero no abarrotados. Del lado norteamericano, en Eagle Pass, Texas, la presencia militar y de la Guardia Nacional Texana no registra un incremento, ni muestra movimiento a lo largo del Río Bravo.