El director de la polémica cinta volvió a causar polémica con sus declaraciones.
«Emilia Pérez» se ha convertido en sinónimo de polémica. Desde su estreno, en el Festival de Cannes, la cinta dividió opiniones; mientras la crítica internacional la elogió, el público -especialmente el mexicano- la ha criticado duramente.
La historia tiene como escenario principal la Ciudad de México y aborda temas como el crimen organizado y las desapariciones forzadas, dos de los problemas más graves del país. Sin embargo, es justo la manera en la que su director, Jacques Audiard, los retrató, lo que ha causado el rechazo y los ataques de la audiencia.
Ahora, en una entrevista que concedió al medio uruguayo «Búsqueda.com», Audiard defendió la cinta, asegurando que gracias a ella logró visibilizar las desapariciones en México, tanto en medios nacionales como internacionales.
«Nunca se había hablado tanto en la prensa mexicana sobre los desaparecidos, aunque sea para darme con todo. Pero al menos se habla», comentó el director francés.
Incluso, sostuvo que el filme puede generar una nueva mirada sobre el tema, una con la que el resto del mundo pueda empatizar y comprender lo que sucede:
«Todos estos dramas mexicanos están documentados, hay muchos artículos, pero me dije que tenía que cambiar de herramienta. Tenía que usar la música (porque) ya no se trata de reflexionar, sino de sentir. Es difícil que me critiquen por ocuparme de algo que es indignante», agregó.
En la charla, el creador francés también ahondó en las razones por las que la producción, aunque se desarrolla en tierras mexicanas, fue filmada en Francia y con apenas unos cuantos mexicanos entre los participantes:
«Fui tres o cuatro veces a México. Ya conocía el país de antes. En un momento, me di cuenta de que la realidad de la calle mexicana era demasiado real. Sentí miedo y no lograba encajar las imágenes que tenía en mi cabeza. Fue entonces cuando decidí rodar en estudio».
Audiard reveló que el plan inicial era filmar en los Estudios Churubusco, pero el apoyo que recibió de su país lo obligó a cambiar de idea: «Al final la economía prevaleció. Recibimos mucha más ayuda en Francia para el cine… se volvió mucho más ventajoso filmar en Francia. Fue como con las intérpretes. ¿Por qué no elegí intérpretes mexicanas?, no encontraba una actriz que fuera, vulgarmente hablando, “rentable”.
De cara a los Premios Oscar, donde la película cuenta con varias nominaciones, el director francés se mantuvo firme en su intención de hacer cine que incomode y genere controversia: «Creo que el cine no está para dar respuestas, sino para plantear preguntas», concluyó.
Sin embargo, para quienes han seguido el tema de cerca, la pregunta no es si en México se habla lo suficiente de los desaparecidos, sino si el cine extranjero puede aportar algo nuevo sin simplificar la realidad.
Por El Universal