Rubén Moreira Valdez
La tarea de desmantelar el Poder Judicial avanza con total descaro. La reforma no va a mejorar la justicia y su objetivo real, ya cada vez más visible, es una venganza del régimen sobre los juzgadores que se opusieron a sus tropelías.
Más allá de lo anterior, y sin olvidar que la chambonería es la marca morenista, se advirtió que el diseño y la redacción de la reforma eran de mala calidad. Muchos de los dispositivos no son propios de una constitución y su ubicación correcta es dentro de textos secundarios.
Con una legislación pésima y sin presupuesto, el INE y el tribunal electoral, enfrentan la obligación de realizar y sancionar el proceso de selección de juzgadores. Los dos organismos, cuyo prestigio es fundamental para una sana vida democrática, decidieron ponerse al servicio del régimen y asumir la responsabilidad histórica de una farsa.
La lista de engaños es larga, enumerarlos y describirlos requiere de un volumen completo, pero no le quede duda al lector: es falso que el ciudadano va a elegir a sus juzgadores.
Hace unos días, el órgano electoral resolvió sobre las boletas y el proceso de votación, los consejeros admitieron la incapacidad de cumplir con la ley y, sin embargo, avalaron seguir con la mascarada.
Las boletas, tanto por su cantidad y diseño, son un problema. Por la premura, la falta de presupuesto y las falacias, que son imposibles de operar en la práctica, se decidió incumplir con la Constitución.
Por ejemplo, en la Ciudad de México, no obstante que los jueces tienen jurisdicción en toda ella, de manera artificial se generaron once áreas de votación. La boleta solo servirá para seleccionar a una pequeña porción de los funcionarios. Más claro: en la metrópoli hay 64 jueces y el votante solo podrá participar en la elección de 6 o 7.
La prensa relata afirmaciones que se dieron en el debate de las y los consejeros. Arturo Castillodijo: “Deja especialidades sin candidaturas electas, y todavía más grave, facilitaría la concentración de los votos de cada uno de los electores en solo una o más especialidades”. Carla Humphrey: “Al no separar los cargos a elegir por especialidades, se generaría inequidad en los votos a recibir por cada especialidad y por cada cargo”.
Hace algunos meses, millones de mexicanos salieron en defensa de la autonomía del INE; varios de los consejeros no entendieron que el mandato popular no da opciones. La democracia es el bien superior y por ninguna razón se puede colaborar en la destrucción de ella. Vi a varios miembros del órgano colegiado votar a favor, bajo el argumento de que no queda tiempo. Lo propio era hacerlo en contra e incluso renunciar. A Morena no le interesa la justicia, busca la narrativa que oculte la construcción de la dictadura