Las brochas son herramientas que sirven para maquillar nuestro rostro
Para cuidar de nuestro rostro debemos de prestar especial atención a la higiene, tanto de la piel como de las herramientas que utilizamos en ella. De nada sirve gastar miles de pesos en productos de skincare si dejamos de lado otros factores de riesgo, como lo son las brochas de maquillaje.
Las brochas son herramientas que sirven para maquillar nuestro rostro. Hay de diferentes tipos y tamaños; hay pinceles para ojos y brochas para diferentes partes de la cara, e incluso para el cuerpo. El mantenerlas limpias trae muchos beneficios, ya que además de cuidar nuestro rostro, esto ayuda a prolongar la vida útil de estos instrumentos.
¿Cada cuánto deben lavarse?
Expertos de la belleza recomiendan que las brochas de maquillaje deben limpiarse por lo menos una vez a la semana, o cada 10 días, esto para eliminar la acumulación de productos, bacterias, suciedad y el aceite natural que genera la piel.
Por el contrario, las brochas utilizadas en los ojos o las cejas, para las cuales se suelen aplicar productos en polvo, pueden limpiarse cada dos o tres semanas. Sin embargo, para evitar que los colores de sombras se mezclen, puedes limpiarlas en cada uso.
¿Cómo limpiarlas?
Existen dos tipos de materiales con los que se elaboran las cerdas de las brochas: pelo natural y pelo sintético.
Para las brochas de pelo natural se recomienda utilizar un limpiador suave. Es importante no presionar el cabezal de la brocha o pincel directamente hacia abajo, ya que esto puede provocar que se rompan las fibras más frágiles y pequeñas.
En cuanto a las brochas de pelo sintético, deben de limpiarse más a fondo y con mayor profundidad, debido a que la grasa o los aceites naturales de la piel se adhieren más a las hebras.
Una vez lavadas, es primordial ponerlas a secar de forma horizontal y en una superficie plana, nunca de manera vertical. Esto promueve la durabilidad de las herramientas, pues evitará que el agua se meta a la base metálica que sostiene las cerdas, y por lo tanto, que se desprendan por la humedad.
Consecuencias de no lavarlas
El no lavar las brochas con frecuencia puede traer consecuencias para nuestra piel.
- Acné: Estas herramientas, como ya se mencionó, suelen acumular residuos de producto, suciedad, polvo, y absorben los aceites del rostro, lo cual genera un ambiente ideal para la formación de bacterias que pueden obstruir nuestros poros, provocando brotes de acné.
- Afecta la durabilidad: El no limpiar las brochas con frecuencia puede provocar un mayor desgaste de nuestros utensilios, por lo que se recomienda lavarlas cada semana para prolongar su vida útil y preservar su calidad.
- contamina los cosméticos: El maquillaje también se ve afectado si no se lavan las brochas, pues el polvo, la suciedad y las bacterias pueden adherirse fácilmente a los cosméticos, generando un nuevo foco de contaminación para la piel.