La cantante falleció esta mañana por un infarto fulminante
Francisca Viveros Barradas, mejor conocida como Paquita la del Barrio, falleció a los 77 años mientras dormía, víctima de un infarto fulminante. Su familia confirmó la noticia asegurando que partió en paz, sin sufrimiento.
«Fue algo muy sorpresivo para todos. Sabíamos que tenía algunos problemas de salud, pero ya estaba más estable, por lo que no nos lo esperábamos. Todo sucedió de manera muy repentina», contó su nieta, Kelly Grajales, de 26 años, aún conmovida por la noticia.
Paquita no sólo fue una de las intérpretes más queridas de México, sino también un símbolo de resistencia y empoderamiento femenino. Para su familia, su legado no se mide en los discos vendidos o escenarios que logró llenar, sino en la voz que prestó a tantas mujeres que, como ella, conocieron el abandono, la traición y el desamor.
«Fue un ícono feminista adelantado a su tiempo, al igual que María Félix. Con sátira y humor, alzó la voz por las mujeres en situaciones de vulnerabilidad. Como abuela, nos dio consejos, apoyo y hasta terapia de pareja. Era un verdadero estuche de monerías», recuerda su nieta.
Mientras la familia se prepara para viajar a Alto Lucero, Veracruz, Kelly, junto a su novio, rememora entre lágrimas la última conversación que tuvo con la intérprete, quien esperaba conocer pronto a la pareja de su nieta.
«No todas las abuelas alcanzan ese nivel de reconocimiento, pero ella sí. Perder a un ser querido siempre es doloroso, pero verla en todas partes, en redes y en las noticias, hace que el duelo sea aún más difícil. Para quienes compartimos su día a día, esta pérdida es imposible de asimilar. No solo fue un ícono mexicano, sino también una persona profundamente querida y cercana», expresa Kelly, todavía en shock por la noticia.
El cariño de la colonia Guerrero
La historia de Paquita es la historia de una mujer que, huyendo de un esposo violento que le doblaba la edad, dejó su natal Veracruz junto a sus hijos y encontró refugio en la Ciudad de México. Fue en la colonia Guerrero donde nació su historia como cantante.
Ubicada en la calle Zarco 202, Casa Paquita fue el negocio de Francisca Viveros, un restaurante donde, entre mesas de madera y vitrales estilo cantina, cocinaba y cantaba para sus comensales. Allí se podía disfrutar de cocina mexicana, desde antojitos hasta platillos tradicionales, en un ambiente festivo donde, en ocasiones, la propia Paquita se presentaba en vivo. Personalidades como Luis Miguel, Juan Gabriel y José José fueron testigos de su arte en ese lugar, que se convirtió en parte del legado de la colonia Guerrero.