Uno de cada cinco estadounidenses dijo que ha estado comprando más de lo habitual debido a la preocupación por los aranceles que pueda imponer el presidente Donald Trump, mostró un informe de Credit Cards.com este martes, lo que refleja una mayor ansiedad de los consumidores ante eventuales alzas de precios e incertidumbre económica.
Los aranceles tienden a ser inflacionarios porque aumentan el costo de los bienes importados, lo que lleva a las empresas a absorber los mayores gastos o a trasladarlos a los consumidores a través de los precios.
Para los consumidores estadounidenses, el temor a un aumento de precios a menudo alimenta el comportamiento de acaparamiento, en particular de alimentos no perecederos, papel higiénico y suministros médicos, ya que se apresuran a adquirir bienes antes de que los costos suban aún más.
Cuando se les preguntó sobre el impacto de los aranceles planeados por Trump sobre las grandes compras, el 22% de los encuestados dijo que tuvieron un impacto significativo, mientras que el 30% informó de alguna repercusión, según el informe.
A Wall Street le preocupa que los aranceles puedan acelerar la inflación estadounidense, impedir que la Reserva Federal baje las tasas de interés y desacelerar el crecimiento económico, ya que la incertidumbre en torno a las políticas comerciales afecta la confianza del consumidor. Uno de cada cinco estadounidenses ha calificado sus compras recientes como «gastos catastróficos» y el 23% de los estadounidenses espera endeudarse o ahondar sus obligaciones en su tarjeta de crédito este año, según el informe.
El gasto catastrófico se refiere al comportamiento de realizar compras excesivas o impulsivas debido a la incertidumbre o ansiedad sobre el futuro, a menudo provocada por la inestabilidad económica, la tensión geopolítica o preocupación por problemas financieros inminentes.
Los ejecutivos de la compañía han descrito a Reuters y en conferencias telefónicas los desafíos de un entorno que se ha vuelto más incierto por los cambios en los planes de Trump sobre aranceles que podrían trastocar el comercio mundial y llevar a algunas empresas a trasladar la producción a Estados Unidos.
Por El Economista