La Prensa
Agencias
El viernes pasado saltaban las alarmas ante la hospitalización del papa Francisco. El Santo Padre sufría una bronquitis que llevaba arrastrando desde hace un mes y que le provocaba dificultades para respirar.
Ayer se confirmaba el peor de los escenarios: la bronquitis había degenerado en una pulmonía bilateral. Sin embargo, desde El Vaticano llegan mensajes tranquilizadores, asegurando que el papa Francisco se encuentra repasando textos, leyendo los periódicos y que no está necesitando oxígeno ni alimentación intravenosa.
Pese a los mensajes de aparente normalidad, los problemas de salud continuados de los últimos años del Papa preocupan especialmente. Además, una carta de renuncia que escribió en 2013 tras su elección, hoy cobra especial sentido. “Lo hice por si tuviera algún problema de salud que me impidiera ejercer mi ministerio y no estuviera del todo consciente como para renunciar”, aseguró.
Antonio Pelayo, periodista de Antena 3, ha desmentido la oleada de noticias falsas que han rodeado al Papa. “No creo que sea su momento, no está para que lo enterremos mañana”, aclara.
