Las altas temperaturas también traen enfermedades: lo que debes saber sobre la gripe solar
Con la llegada del calor a México, muchas personas comienzan a experimentar síntomas similares a los de un resfriado común. Este fenómeno, conocido como gripe solar, es un padecimiento menos popular que la gripe estacional, pero igual de relevante para la salud durante los meses más cálidos.
Su aparición está ligada a factores como la exposición al aire acondicionado, cambios bruscos de temperatura y el debilitamiento del sistema inmunológico. A continuación, te explicamos qué es, cómo se manifiesta y de qué manera puedes prevenirla.
¿Por qué nos enfermamos en altas temperaturas?
La gripe solar es una infección causada por enterovirus, microorganismos que proliferan en ambientes cálidos y que pueden afectar distintos tejidos del cuerpo. A diferencia de los virus que predominan en invierno, los enterovirus se propagan principalmente en verano y pueden provocar síntomas que afectan la nariz, la garganta, los ojos y hasta el sistema digestivo.
Según el National Institutes of Health, esta enfermedad se transmite mediante el contacto con secreciones respiratorias, superficies contaminadas o incluso por la inhalación de aire en espacios cerrados con baja ventilación.
La exposición a cambios abruptos de temperatura es un detonante clave de la gripe solar. Pasar de un ambiente cálido al frío del aire acondicionado puede debilitar las defensas del cuerpo y favorecer la infección. Además, el sudor y la deshidratación provocados por el calor extremo pueden hacer que el organismo sea más vulnerable a los virus.
Principales síntomas y cómo diferenciarla de una alergia
Los signos de la gripe solar pueden confundirse con los de una alergia, ya que comparten síntomas como estornudos y congestión nasal. Sin embargo, existen diferencias claves:
- Fiebre repentina
- Dolor de garganta persistente
- Molestias musculares y fatiga
- Conjuntivitis (ojos rojos e irritados)
- Secreción nasal y lagrimeo constante
- Malestar estomacal o problemas digestivos
Si los síntomas incluyen fiebre o dolor muscular, es más probable que se trate de un resfriado de verano en lugar de una alergia. En estos casos, se recomienda observar la evolución de los signos y consultar a un médico si persisten o empeoran.
Medidas de prevención y tratamiento
Para evitar la gripe solar, es fundamental reforzar hábitos de higiene y tomar precauciones ante los cambios de temperatura. Algunas recomendaciones incluyen:
- Lavarse las manos con frecuencia para eliminar virus y bacterias.
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas para reducir el riesgo de contagio.
- No exponerse a cambios térmicos bruscos, regulando el uso de aire acondicionado.
- Mantenerse hidratado para fortalecer el sistema inmunológico.
- Desinfectar superficies de uso común, como manijas y mesas.
El tratamiento para la gripe solar se basa en aliviar los síntomas con descanso adecuado, ingesta de líquidos y, en caso necesario, medicamentos para reducir la fiebre o el malestar. No se recomienda el uso de antibióticos, ya que estos no tienen efecto sobre los virus.
Si bien la gripe solar no suele ser grave, puede resultar molesta y afectar la rutina diaria. Con las precauciones adecuadas, es posible reducir su impacto y disfrutar del verano sin interrupciones por enfermedades inesperadas.
POR: EL UNIVERSAL