La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, advirtió este viernes que perseguirán las conocidas como «ciudades santuario» -aquellas que restringen su cooperación con el gobierno para hacer cumplir la Ley de inmigración- e insistió en relacionar la inmigración con la delincuencia.
Bondi adelantó que no habrá que esperar ni a fin de año para acabar con estos espacios. «Se acabaron las ‘ciudades santuario'», dijo en declaraciones para la cadena Fox, desde donde advirtió de que perseguirán y procesarán a todas aquellas autoridades que no cooperen con la Administración Trump.
«Una ciudad santuario significa que esconden delincuentes. Esconde inmigrantes indocumentados», acusó la fiscal, que también prometió mano firme con las principales promesas de seguridad lanzadas por Donald Trump durante la campaña.
«La misión del presidente Trump fue muy clara. Hacer que Estados Unidos vuelve a ser seguro. Eso es lo que vamos a hacer», dijo, prometiendo volver a luchar contra «la delincuencia común» o la presencia de los «cárteles» para hacer más seguras las fronteras, así como procesar «a lo peor de lo peor».
Bondi también prometió actuar contra aquellos que hayan utilizado al Gobierno de Estados Unidos como un arma. «Esa instrumentalización tiene que parar», enfatizó.
Por El Economista