Más de 80 actores se preparan en esta emotiva representación que se ha convertido en una de las tradiciones más arraigadas de la Semana Santa en Parras
Por: Lucero Velázquez
LA PRENSA
Desde 1974, la familia Blanco ha sido guardiana de una de las tradiciones más profundas y conmovedoras de Parras de la Fuente: el Viacrucis Viviente del barrio antiguo «Ojo de Agua». Este evento, que reúne a miles de fieles, es más que una representación teatral: es un acto de fe que revive la Pasión de Cristo con fervor y entrega.
UN LEGADO QUE TRASCIENDE GENERACIONES
Don Hernán Rentería Blanco, organizador y responsable del Viacrucis, compartió con La Prensa Parras los orígenes de esta tradición. Explicó que la familia Blanco Fraga inició la escenificación en la colonia Chamizal de Saltillo hace más de cinco décadas y que, en 1974, la llevaron a Parras de la Fuente, donde se consolidó como una expresión de devoción única en Semana Santa.
Este 2025, más de 80 actores darán vida a los personajes bíblicos en las principales representaciones:
Domingo de Ramos (13 de abril)
Jueves Santo (17 de abril)
Viernes Santo (18 de abril)
ACTORES CON FE Y VOCACIÓN
El Viacrucis es protagonizado por voluntarios que han entregado años de su vida a esta tradición, transmitiendo su experiencia a las nuevas generaciones.
“Tenemos actores que llevan décadas interpretando personajes como Pilato, Herodes y los sacerdotes. Son ellos quienes guían a los nuevos integrantes para mantener la calidad y el espíritu de la representación”, destacó Rentería Blanco.
El papel de Jesús ha sido asumido por distintos actores a lo largo del tiempo. Durante 20 años, Francisco llevó esta responsabilidad; luego, Rafael lo interpretó por dos años. En esta edición, por segundo año consecutivo, Moisés Gerardo Flores representará a Cristo.
Moisés, de 35 años, ha participado en el Viacrucis desde su infancia. Curiosamente, en ediciones anteriores encarnó a Judas Iscariote, pero ahora asume el mayor reto: dar vida al Hijo de Dios, un papel que exige no solo talento, sino una preparación física, mental y espiritual profunda.
UNA REPRESENTACIÓN CON EL ALMA
Al preguntarle qué hace especial al Viacrucis Viviente de Ojo de Agua, don Hernán respondió con emoción: “Es la fe. La entrega con la que vivimos cada escena es lo que lo hace único”.
En sus inicios, los actores eran únicamente del barrio Ojo de Agua, pero hoy participan personas de toda la comunidad e incluso de otras ciudades, demostrando que esta tradición ha trascendido fronteras.
“El compromiso es total. Desde los niños hasta las mujeres piadosas, María Magdalena, los soldados y, por supuesto, Jesús, todos deben transmitir el mensaje de amor y sacrificio con el alma”, enfatizó Rentería Blanco.
PREPARACIÓN Y ENTREGA: EL CAMINO HACIA LA PASIÓN
El comité organizador ya trabaja en la rehabilitación de los escenarios donde se desarrollarán los momentos más impactantes del Viacrucis. Se están limpiando y pintando las áreas principales, y se renovarán las cruces del área de la crucifixión, algunas desgastadas por el tiempo y la intemperie. Además, se acondicionará el camino que conduce al cerro donde se lleva a cabo el acto final de la Pasión.
Gracias a las aportaciones de la comunidad y el apoyo de la administración municipal, se logra cubrir los gastos de escenografía y logística.
Rentería Blanco hizo un llamado a la población a sumarse a esta representación que no solo es un evento cultural, sino un acto de fe que conmueve a cada asistente.
El Viacrucis Viviente de Ojo de Agua es más que una puesta en escena: es un recordatorio del sacrificio de Cristo, una manifestación de fe que une a la comunidad y una tradición que, con el alma y el corazón, seguirá viva por generaciones.