Tras más de 20 años cerradas al público
El santuario natural del Pueblo Mágico despierta entusiasmo entre turistas, pero inquieta a ambientalistas ante los riesgos que implica su reapertura
Óscar Ballesteros
LA PRENSA
CUATRO CIÉNEGAS, COAHUILA.– Tras más de 20 años de puertas cerradas al público, Las Playitas, un paraje de aguas cristalinas en el corazón de una de las reservas ecológicas más valiosas del norte de México, han reabierto al turismo. El anuncio fue realizado a través de redes sociales por la cuenta oficial Cuatro Ciénegas Magic Town, y de inmediato generó entusiasmo, pero también preocupación entre expertos y ciudadanos.
Este conjunto de pozas naturales, ubicado dentro de un área natural protegida, es famoso por albergar especies endémicas y microorganismos únicos en el mundo. Su reapertura no implica un acceso recreativo total: está restringida únicamente a la observación del paisaje, ya que la natación continúa prohibida con el fin de evitar alteraciones en el delicado equilibrio biológico del sitio, como lo han demostrado diversos estudios científicos.
A pesar de estas limitaciones, la reapertura ha generado controversia por los nuevos costos de entrada: 450 pesos para el pase VIP —que permite bañarse en las pozas— y 250 pesos para la entrada general. El aumento ha causado molestia entre los habitantes de Cuatro Ciénegas, quienes recuerdan que hace dos décadas el acceso costaba apenas 50 pesos por vehículo. Ambientalistas, por su parte, advierten que incluso con restricciones, la afluencia de visitantes podría provocar contaminación por bloqueadores solares, sudor y residuos, afectando un ecosistema que se mantuvo prácticamente intacto durante dos décadas.
La comunidad se encuentra dividida. Mientras algunos ven la reapertura como una oportunidad para impulsar la economía local, otros consideran que el sitio debería permanecer cerrado o con regulaciones más estrictas. Organizaciones ambientales han llamado a los turistas a buscar alternativas con menor impacto ecológico.
Aunque las autoridades mantienen su postura a favor de una apertura controlada, aún no se han detallado medidas claras sobre cómo protegerán el ecosistema ante el incremento de visitantes. La reapertura de Las Playitas representa un hito para el turismo en Cuatro Ciénegas, pero también evidencia la tensión entre conservación y desarrollo en zonas de alta fragilidad ambiental.