Es un corredor vital para la biodiversidad en Coahuila, y alberga más de 100 especies de flora y fauna
Por Iván Villarreal
La Prensa
El río Monclova, un ecosistema clave en el noreste de México, se consolida como un corredor biológico esencial para la conservación de la biodiversidad. Según Carlos Liñán y Carla Mercado, miembros de Exploradores Coahuilenses, este afluente alberga más de 100 especies de flora y fauna, incluyendo aves migratorias, peces nativos y tortugas en estado vulnerable, muchas de las cuales enfrentan amenazas por la contaminación y el deterioro ambiental.
Entre las especies destacadas se encuentra el pato cucharón, que recorre miles de kilómetros desde Canadá hasta Centroamérica, utilizando el río Monclova como un punto de descanso en su travesía. Aves como el cormorán y el mosquitero, un pez nativo que consume hasta 100 larvas de mosquito al día, también forman parte de este vibrante ecosistema. Este último juega un papel crucial en el control natural del dengue, al evitar la proliferación de mosquitos en la región.
Sin embargo, no todo es alentador. La contaminación del río, particularmente por descargas de aguas residuales y exceso de cloro, está afectando a especies como la “jicotea” del Río Bravo, una tortuga vulnerable cuyos caparazones presentan anomalías, según biólogos consultados por los exploradores. «Es alarmante que estas especies, que han sobrevivido por décadas, regresen enfermas o no completen su ciclo migratorio», advierte Carla Mercado.
El río Monclova, conocido históricamente como «río tortuga» por su abundancia de quelonios, también enfrenta el riesgo de especies introducidas que generan desequilibrios ecológicos. Por ello, Liñan y Mercado hacen un llamado a la ciudadanía para proteger este ecosistema. «Invitamos a la gente a tomar fotos de especies que vean y compartirlas en plataformas como Naturalista, para ayudar a registrar la biodiversidad», señala Liñan.
Con manantiales como el Charco Azul y el Charco San Pedro, que han fluido por más de 60 años, el río Monclova sigue siendo un refugio para la vida silvestre. No obstante, su preservación depende de acciones urgentes por parte de autoridades y sociedad para mantenerlo limpio y funcional como un corredor biológico. «Este no es solo un lugar para refrescarse; es un espacio vital para la biodiversidad», concluye Mercado, subrayando la importancia de proteger este tesoro natural de Coahuila.