“Mi hijo valía mucho y no lo ayudaron a tiempo” María Guadalupe
José Moreno
La Prensa
Lo único que quiero es que se haga justicia con el señor que mató a mi hijo. Ya no me lo pueden devolver, pero mi hijo valía mucho”, expresó entre lágrimas María Guadalupe Hernández López, madre de Alan, un niño de apenas 10 años que falleció este martes tras un calvario médico que comenzó con un atropellamiento.
Alan fue embestido la noche del sábado 19 de abril mientras jugaba frente a su casa, en la colonia Mirasierra. El conductor del tráiler, identificado como Leonel “N”, de 45 años, giró en la intersección de las calles 18 y 19 sin percatarse de la presencia de los menores.
Desde ese momento, la familia enfrentó no solo la gravedad de las heridas de Alan, sino también la indiferencia de la aseguradora de la empresa propietaria del tráiler, que, según denuncia la madre, se negó a hacerse responsable desde el primer momento.
“Desde un principio no se hicieron cargo. Si desde el día en que lo atropellaron lo hubieran llevado al Muguerza, él hubiera estado bien. Pero me lo movieron de hospital en hospital, abierto y sangrando. Por eso se complicó todo y por eso no aguantó”, lamentó con impotencia.
Alan fue trasladado inicialmente al hospital Christus Muguerza, pero ante la falta de recursos económicos, fue llevado a la Clínica 2 del IMSS. Desde allí comenzó un doloroso recorrido por distintos centros médicos: el Hospital General, el Materno Infantil y la Clínica 1 del IMSS, donde fue intervenido quirúrgicamente por graves lesiones internas y múltiples fracturas.
Finalmente, fue ingresado a terapia intensiva en el Christus Muguerza, donde su estado de salud se deterioró y falleció la madrugada del martes 22 de abril.
“Nosotros no tenemos dinero para pagar todo, estamos desesperados”, dijo María Guadalupe, quien también pidió el apoyo de la comunidad para difundir su historia y exigir justicia.
“Yo no lo odio, pero se tiene que hacer justicia. No quiero venganza, solo que pague, porque mi hijo valía mucho”, repitió con el corazón roto.
El caso está ahora en manos del Ministerio Público de Asuntos Viales, que determinará la situación legal del conductor. Mientras tanto, la familia Hernández López clama por justicia y el respaldo necesario para despedir a Alan como se merece.