Empresario local se desliga de las grandes aplicaciones y apuesta por su propia plataforma de pedidos y ahora incluso ofrece su servicio a otros restaurantes
Por: Irma de la Garza
LA PRENSA
Desde Monclova, surge una revolución que podría cambiar el negocio del delivery – envío de comida a domicilio- tal como lo conocemos. Héctor Felán, joven emprendedor local, decidió enfrentarse a los gigantes de las aplicaciones de reparto luego de vivir en carne propia el mal servicio de una de ellas.
Lo que comenzó como un pedido cancelado injustamente, terminó convirtiéndose en un proyecto disruptivo que hoy ofrece a los restaurantes una alternativa sin comisiones, sin intermediarios y, sobre todo, sin depender de plataformas que muchos consideran intocables.
Tras su mala experiencia, Héctor realizó una investigación directa en restaurantes de Monclova y Monterrey, donde encontró un sentimiento generalizado de hartazgo.
Los restauranteros, hartos de las altas comisiones, los tiempos de entrega descontrolados y la pérdida de reputación, aceptaban resignados su dependencia de las grandes apps. «Es un mal necesario», confesaron varios. Pero Héctor pensó diferente: ¿por qué seguir fortaleciendo un sistema que lastima tanto a los pequeños negocios? Así nació su modelo de apps propias para restaurantes.
Su propuesta no solo es innovadora, sino radical: los dueños de restaurantes reciben en menos de un mes una app profesional, personalizada y sin pagos mensuales.
A diferencia de Uber Eats o Rappi, donde cada venta implica ceder una parte importante de las ganancias, con el modelo de Héctor los negocios recuperan su independencia. “Les estamos devolviendo el control de su operación digital; ya no tienen por qué ser rehenes de las plataformas”, afirma. Un concepto que rompe con todo lo establecido hasta ahora.
Uno de los primeros negocios en apostar por esta rebelión fue Dong Sushi, restaurante local que abandonó las plataformas tradicionales para operar su propio sistema de pedidos. El cambio no solo mejoró su margen de ganancia, sino también la calidad del servicio y la relación directa con sus clientes. “Ahora controlamos nuestra reputación y nuestros precios”, afirman sus dueños. La propuesta genera entusiasmo, pero también empieza a incomodar a quienes ven amenazado su negocio multimillonario basado en las comisiones.
Hoy, Héctor Felán no solo ofrece tecnología: ofrece una insurrección contra el monopolio digital que domina la industria restaurantera. Desde Monclova, invita a más negocios a romper cadenas y a recuperar lo que por derecho les pertenece: su control y su libertad.
La gran pregunta que queda en el aire es: ¿están listos los restauranteros para desafiar a los gigantes? Y más aún, ¿qué harán las grandes plataformas ante este inesperado y disruptivo contrincante?