Madre soltera, enfrenta con fortaleza los desafíos de cada día, con la responsabilidad de ser madre y de portar el uniforme de policía
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
En un mundo donde la vocación y el amor maternal a menudo caminan por senderos distintos, Reina Aurora Márquez Domínguez logra que ambos se crucen con fuerza, determinación y ternura.
Con cuatro años de servicio en la Policía Municipal y tres hijos bajo su cuidado, esta madre soltera encarna la definición de fortaleza diaria, su historia resalta con motivo del Día de las Madres, no solo por la carga que representa su uniforme, sino por el enorme corazón que late detrás de él.
Ser mamá y ser policía no es un doble turno: es una doble vida, Reina inicia su día antes del amanecer preparando lonches y mochilas para sus hijos, Santiago 13 años, Mateo 11 y Leonardo 6.
Para LA PRENSA DE COAHUILA, esta valiente madre nos relató que, después de dejar en la escuela a sus hijos, se pone el uniforme y lista para patrullar, prevenir y proteger.
En esa rutina incansable, cuenta con una aliada invaluable: su madre, Maira Rocío Márquez Domínguez, a quien agradece profundamente por ser su soporte en los días más desafiantes.
Como elemento operativo en el área preventiva, Reina vive de cerca las situaciones más duras que puede enfrentar una madre: ver a otros niños en condiciones vulnerables.
«He llorado, me ha dolido ver a menores sufrir abusos, sobre todo cuando pienso que podrían ser mis hijos», confiesa con la voz entrecortada.
Estas experiencias no solo la conmueven, la motivan a seguir trabajando por un entorno más seguro, especialmente para los más jóvenes, deseando que sus hijos vivan en una Ciudad segura.
En casa, Reina intenta compensar la dureza del deber con momentos sencillos, pero valiosos.
«Salimos a comer, a comprar pizza, a la plaza por un helado, aunque no sea gran cosa, el tiempo juntos vale todo».
Sus hijos, dice, son su motor y cuando ellos le expresan su orgullo por lo que ella hace y le dicen que quieren ser como ella, Reina siente que algo está haciendo bien.
«Es un orgullo ser mamá policía», afirma con firmeza.
Como madre soltera, ha tenido momentos de duda, de quiebre emocional, sin embargo, su valentía y grandeza la mantienen firme luchando por sus hijos.
“A veces pienso: ‘¿Cómo le hago?’ Pero salimos adelante, no es fácil, aunque algunas personas digan que parece que lo es”.
Esa valentía no solo la mantiene firme, también inspira a quienes la rodean, desde compañeras de trabajo hasta sus propios hijos, quienes crecen viendo en ella un ejemplo de lucha y dignidad.
Su compromiso con la ciudadanía va más allá de los rondines, se involucra en escuelas, apoya operativos contra sustancias prohibidas y extiende su mano solidaria a otras madres que, como ella, se enfrentan solas al mundo.
A su madre, le dedica palabras llenas de gratitud: “Sin ella no podría, me ha ayudado a ser quien soy”.
Y a todas las mamás, especialmente aquellas que también visten uniforme o pelean sus propias batallas desde el hogar, les envía un mensaje poderoso: “Podemos con todo, a veces cuesta, pero siempre se puede”.
Reina Aurora no solo protege su ciudad; protege un hogar, tres vidas, y con ello, reafirma el verdadero significado de ser madre.