“En ocasiones llegan padres de familia desalentados diciendo que su niño jamás aprenderá, lo cual no es así”, expresa el profesor Gilberto Hidalgo Monreal
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
En el marco del Día del Maestro se rinde homenaje a la invaluable labor de quienes dedican su vida a enseñar, pero hay una distinción especial que recae en aquellos que ejercen la Educación Especial que con dedicación, empatía y perseverancia trabajan con niños y jóvenes con o sin discapacidad.
Gilberto Hidalgo Monreal Villa, maestro en Educación Especial adscrito a la Secretaría de Educación (SEDU), relata su experiencia con emoción y orgullo; “en ocasiones llegan padres de familia desalentados diciendo que su niño jamás aprenderá, lo cual no es así”.
“Con paciencia y proceso adecuado, los alumnos que son canalizados aquí, logran aprender a leer, escribir, y realizar operaciones básicas de matemáticas como suma, resta, multiplicación y división”, explica Monreal, egresado hace 19 años en la primera generación de la Escuela Normal Regional de Especialización en Saltillo.
El docente comparte que la Educación Especial le ha brindado grandes satisfacciones, “es fascinante porque te topas con cada alumno que tiene ganas de aprender a su manera, inclusive de nivel secundaria, te sorprenden sus capacidades a pesar de sus limitantes”.
Dice que la especialidad está orientada a alumnos que enfrentan algunas barreras para el aprendizaje y la participación social con o sin discapacidad, añade que uno de los primeros factores es la dinámica familiar que enfrentan con sus padres divorciados lo que provoca que el alumno no esté al 100 por ciento en el salón y que esté pensando en problemas de casa.
“Es un tema que se ha venido tocando mucho por la Secretaría de Educación, a los mismos maestros se les asesora por la dependencia atender temas de depresión y cómo atacar esta problemática”, explica Monreal, hijo de profesor de primaria, su madre era intendente en un plantel también de educación básica.
Actualmente, Gilberto Monreal labora en la Unidad de Servicio y Apoyo a la Escuela Regular (USAER), donde atiende a estudiantes en dos escuelas secundarias, su trabajo consiste en adaptar estrategias de enseñanza a las necesidades específicas de cada alumno, también estudió gastronomía actividad que igual trabaja.
“He visto alumnos con discapacidad que ahora trabajan en tiendas de autoservicio y de conveniencia, la Unidad de Servicio y Apoyo a la Escuela Regular me ha dado grandes satisfacciones personales como cuando alumnos llegan de otras escuelas y los padres diciendo que sus niños nunca va a aprender, pero en el proceso se resuelve”, recalcó.
En este Día del Maestro, se reconoce no solo la labor de enseñar, sino también el compromiso con la diversidad, maestros como Gilberto Hidalgo Monreal Villa son ejemplo de vocación y entrega, y nos recuerdan que cada niño y joven tiene el derecho y la capacidad de aprender.