Familiares insisten en reforzar las brigadas, pero autoridades federales aseguran que no es necesario más recurso humano
Karla Cortez
LA PRENSA
VILLA DE SAN JUAN DE SABINAS, COAHUILA.– La solicitud de los familiares de los 42 mineros que aún permanecen atrapados en la mina Pasta de Conchos fue rechazada por las autoridades federales. Durante la reunión catorcenal, representantes del Mando Unificado, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) informaron que no se contratará más personal para las labores de rescate.
A pesar de que las viudas y deudos argumentaron que varios rescatistas ya presentan desgaste físico o han desistido de sus labores, las dependencias responsables insistieron en que el equipo actual es suficiente para continuar con el plan operativo en la mina 8.
Esta petición había sido planteada directamente a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, durante su más reciente visita a la Región Carbonífera, donde los familiares solicitaron ampliar el recurso humano con el objetivo de acelerar las acciones de recuperación.
Sin embargo, la negativa oficial se sustentó en que hasta el momento han sido localizados 21 restos biológicos y el programa de rescate sigue su curso conforme a lo previsto. Las autoridades reiteraron que no ven necesario incorporar nuevo personal, pese al reclamo de quienes han esperado casi dos décadas por justicia y por el regreso de sus seres queridos.
El dolor y la indignación continúan entre los familiares, quienes insisten en que la incorporación de más trabajadores permitiría avanzar con mayor rapidez y reducir el desgaste del equipo actual. No obstante, la decisión fue mantener la fuerza operativa sin modificaciones, lo que ha generado inconformidad y nuevas dudas sobre los tiempos de ejecución del rescate.
Hasta ahora, los trabajos en Pasta de Conchos se mantienen bajo la dirección técnica de la CFE y supervisión del Mando Unificado, con el compromiso –reiterado en cada reunión– de recuperar a los 42 mineros que aún permanecen sepultados desde el siniestro ocurrido en 2006.