“No tenían derecho a quitarle la vida, ella era inocente”
El hermano de la joven asesinada en 2024 denuncia irregularidades, revictimización y protección al cómplice menor, además de conflicto de intereses con el abogado defensor
Karla Cortez
La Prensa
SABINAS, COAHUILA.- Indignación, dolor y una exigencia clara de justicia es lo que manifiesta la familia de Jimena Medina, joven asesinada en 2024 presuntamente por un amigo en complicidad con un menor de edad. A más de un año del crimen, sus seres queridos aseguran que el caso está en riesgo de quedar impune debido a irregularidades legales, protección institucional al menor involucrado y un presunto conflicto de interés por parte del abogado que debía representarlos.
Hugo Medina, hermano de la víctima, reveló públicamente su frustración a través de redes sociales, luego de asistir a una audiencia en el Ministerio Público donde descubrieron que el licenciado que supuestamente llevaba su caso ahora representa legalmente al menor que participó en el crimen. “Nos llama el licenciado para darnos la fecha de la audiencia. Acudimos, y cuál es nuestra sorpresa al verlo con los padres del menor implicado”, escribió.
La familia denuncia que dicho abogado habría estado todo este tiempo del lado del menor, y no de la víctima, como ellos creían. En la audiencia más reciente, el abogado argumentó que su defendido tiene derecho a la libertad porque aún es joven y puede cambiar su vida. “Nos enteramos de que todo este tiempo ha estado en defensa del menor que fue partícipe… No hablo por hablar”, expresó Hugo.
El caso ha generado mayor indignación debido al respaldo institucional que, aseguran, recibe el menor. Según la familia, goza de protección por parte de PRONNIF y de beneficios como terapias financiadas —paradójicamente— por los propios padres de Jimena. “Está muy protegido, hagan lo que hagan PRONNIF lo protegerá a capa y espada”, sentenció Hugo Medina, al recordar que el joven implicado habría ayudado a deshacerse del cuerpo de su hermana, tratándola “como si fuera basura”.
Para la familia, la ley que establece un trato diferenciado a menores infractores ha resultado en una revictimización constante. “A ella no le dieron segunda oportunidad, ¿por qué ellos sí la merecen?”, cuestionó. Jimena era una joven que trabajaba y estudiaba, con proyectos de vida que fueron truncados por la violencia, mientras que sus agresores, sin oficio ni beneficio, hoy parecen protegidos por el sistema, afirmaron.
Además, señalan omisiones del Ministerio Público y de la delegación encargada, a quienes acusan de favorecer a los responsables en lugar de avanzar hacia una verdadera justicia. “El delito no desaparece porque sea menor de edad. Desde el momento que recibe la llamada para esconder a alguien que mató, y no llama a la policía, es igual de culpable”, insistió Hugo.
La familia Medina pide que el caso no quede en el olvido ni se archive en la impunidad. Claman por un proceso legal claro, transparente y justo, que no minimice el dolor de las víctimas ni brinde privilegios a quienes participaron en un crimen atroz. “Nos pasó a nosotros, pero mañana puede pasarle a cualquiera. No vamos a quedarnos callados”, concluyó.