En la actualidad muchos estudiantes hoy son trabajadores, padres o madres de familia, emprendedores y artistas
Por Iván Villarreal
La Prensa
En la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) de Monclova, la figura del estudiante ha evolucionado. Lejos de ser únicamente un asistente de aulas, muchos alumnos hoy son trabajadores, padres, emprendedores y artistas. Esta realidad ha sido reconocida por la institución, que no solo brinda formación académica, sino también un entorno que respalda integralmente a su comunidad.
“En el turno vespertino, más del 50% de nuestros estudiantes ya trabajan”, afirma el director de la Facultad, Roberto Gerardo Adán Sánchez. Muchos de ellos laboran durante el día y llegan a clases por la tarde, dedicando su tiempo a la educación hasta las 10 de la noche. Esta dinámica exige un esfuerzo notable y merece, según él, un reconocimiento constante.
Y qué mejor ocasión para celebrarlo que la Semana Loca, una tradición institucional organizada con motivo del Día del Estudiante. Durante cinco días, los alumnos se disfrazan con distintas temáticas —vaqueros, superhéroes, épocas pasadas— y participan en actividades lúdicas que culminan con un rally el viernes. “Es una forma de aliviar el estrés y premiar su esfuerzo, pero sin dejar de lado lo académico”, subraya el director, aclarando que las clases continúan con normalidad, salvo el último día de festejos.
Michelle Alexa Huerta Silva, estudiante de Ingeniería Biomédica y presidenta de la Sociedad de Alumnos, coincide en que ser estudiante hoy implica más que asistir a clases. “A veces es difícil balancear lo académico, el trabajo, actividades personales y extracurriculares”, comenta. Sin embargo, destaca que la universidad ofrece apoyo en múltiples áreas: “Tenemos clubs culturales, deportivos, de cine y música. También espacios de emprendimiento y apoyo psicológico. Nos ayudan a desarrollarnos en todos los aspectos”.
Durante la celebración del Día del Estudiante, por ejemplo, se ofrecen espacios para que jóvenes emprendedores vendan sus productos. “Es una forma de impulsarnos y de mostrar que también somos creadores y agentes de cambio”, añade Michelle.
La vida en FIME Monclova es un reflejo de los nuevos tiempos: los estudiantes no solo construyen conocimiento, también edifican sueños, familias y negocios. Y en cada paso, la institución busca acompañarlos con comprensión, herramientas y reconocimiento.