La comunidad católica de Sabinas y la región vivió dos días de profunda renovación espiritual, unida en oración, alabanzas y danzas en honor al patrono de las causas imposibles
Karla Cortez
LA PRENSA
SABINAS, COAHUILA.- La reliquia de San Judas Tadeo, el llamado “patrono de las causas imposibles”, partió este domingo por la mañana de Sabinas tras una visita que conmovió profundamente a los fieles de la región carbonífera. Luego de cuatro días de recorrido por la diócesis de Piedras Negras, su paso por la capilla dedicada al santo en este municipio dejó una estela de fervor, esperanza y emociones compartidas entre miles de creyentes.
Durante el sábado y el domingo, la capilla de San Judas Tadeo fue escenario de intensas jornadas de oración. Desde muy temprano, decenas de familias, adultos mayores, personas enfermas o con discapacidad acudieron al templo con la intención de tocar la urna que resguarda un fragmento del brazo del Apóstol. Con lágrimas en los ojos, veladoras encendidas y oraciones en voz baja, los feligreses agradecieron milagros recibidos y elevaron nuevas peticiones, confiados en que el santo intercede ante Dios por quienes más lo necesitan.
El sábado por la noche, al concluir la misa de las 7, el párroco Juan Gerardo Hernández Briones entregó un emotivo reconocimiento a la señora Gloria Arellano, pionera en la construcción del templo, y a la señora Magdalena Escalante, quien por años ha sido el alma de esta capilla, velando por cada detalle y recibiendo a quienes buscan consuelo espiritual. “Dios les siga bendiciendo por todo lo que han dado a esta comunidad”, expresó el sacerdote, visiblemente conmovido ante los aplausos de los asistentes.
Durante toda la jornada, se privilegió el acceso de adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y niños pequeños. Los Caballeros de Colón apoyaron de forma ordenada la logística del evento, y corporaciones policiacas resguardaron el perímetro con solemnidad y respeto, acompañando incluso la salida de la reliquia como una forma de rendir tributo al símbolo de fe que representa.
Con su partida, San Judas Tadeo dejó en Sabinas un legado imborrable de esperanza. Aunque la urna sagrada ya no está, su presencia sigue viva en cada oración, en cada vela encendida y en cada corazón agradecido. La comunidad católica despidió a su patrono con la certeza de que sus plegarias han sido escuchadas, y con la fe renovada para seguir adelante, confiando en que los milagros —como la fe— llegan cuando más se necesitan.