Trump amenazó con retirar 3 mil millones de dólares en subvenciones a Harvard por no entregar información sobre estudiantes extranjeros y promover políticas “antiamericanas”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump acusó a la Universidad de Harvard de actuar con lentitud en la entrega de información relacionada con estudiantes extranjeros. A través de su plataforma Truth Social, Trump amenazó con retirar hasta 3 mil millones de dólares en subvenciones federales a la institución y redirigir esos fondos a escuelas de formación técnica y oficios en todo el país.
“Seguimos esperando las listas de estudiantes extranjeros de Harvard para poder determinar, tras un gasto ridículo de miles de millones de dólares, cuántos individuos radicalizados, alborotadores, no deberían ser readmitidos en nuestro país”, escribió Trump el lunes. Añadió que la universidad “es muy lenta en la entrega de estos documentos, ¡y probablemente con razón!”, sugiriendo además que Harvard habría seleccionado un juez favorable a sus intereses.
En una publicación adicional, Trump calificó a Harvard como “muy antisemita” y reiteró su intención de retirar los fondos federales destinados a la institución:
“Estoy considerando retirar tres mil millones de dólares en subvenciones de una Harvard muy antisemita y dárselos a escuelas de oficios en todo nuestro país. ¡Qué gran inversión sería esa para Estados Unidos, y tan necesaria!”, expresó.
La controversia se intensificó después de que la jueza Allison D. Burroughs, designada por el expresidente Barack Obama, concediera el pasado viernes una orden de restricción temporal a favor de Harvard. Esta medida impide al gobierno revocar la certificación de la universidad dentro del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio, el cual permite recibir a alumnos internacionales con visas F-1 o J-1.
Según una carta enviada el jueves por la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, Harvard habría perdido el “privilegio” de admitir estudiantes extranjeros debido a su negativa a cumplir con repetidas solicitudes de información. Noem acusa a la universidad de fomentar un entorno hostil hacia estudiantes judíos, promover simpatías pro-Hamás y aplicar políticas que califica de “racistas” bajo el enfoque de diversidad, equidad e inclusión.
La solicitud oficial del Departamento, emitida el 16 de abril, exigía a Harvard entregar registros sobre estudiantes extranjeros no inmigrantes, incluyendo antecedentes de mala conducta, delitos, registros disciplinarios y cualquier evidencia audiovisual relacionada con amenazas, protestas o actos violentos, dentro o fuera del campus, ocurridos en los últimos cinco años.
Pese a que la universidad respondió en dos ocasiones, las autoridades consideraron insuficiente la documentación entregada. La carta establecía un plazo de 72 horas para el cumplimiento de la solicitud; sin embargo, Harvard optó por presentar una demanda ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Massachusetts el viernes por la mañana.
En su demanda, Harvard argumenta que la revocación de su certificación afectaría a más de 7,000 estudiantes internacionales, lo que representa más de una cuarta parte de su matrícula total. La universidad considera la medida una violación a la Primera Enmienda, al debido proceso legal y a la Ley de Procedimiento Administrativo.
“Se trata de un acto de represalia del gobierno por el ejercicio legítimo, por parte de Harvard, de sus derechos constitucionales, al rechazar intentos gubernamentales de intervenir en su autonomía institucional, su plan de estudios y la ideología de su cuerpo docente y estudiantil”, señala la demanda.
La jueza Burroughs ha programado una nueva audiencia sobre el caso para este martes a las 9:30 a.m., en la sede del tribunal federal en Boston.
POR: EXCELSIOR