Abanicos de aire lavado instalados este miércoles en la Clínica 7 del IMSS dejaron de funcionar pocas horas después de su colocación. La supuesta solución temporal para mitigar el calor extremo colapsó de inmediato, generando más molestia entre trabajadores y derechohabientes. El “alivio” duró menos que un turno.
Este miércoles, llegaron varios de los aparatos de aire lavado prometidos para aliviar —aunque fuera un poco— las condiciones inhumanas dentro de la Clínica 7 del IMSS en Monclova. La noticia generó un respiro momentáneo entre trabajadores y pacientes, quienes han soportado temperaturas extremas y jornadas extenuantes en espacios sin ventilación ni climatización.
Sin embargo, la expectativa duró apenas unas horas. Por la tarde, varios de estos equipos fallaron o dejaron de funcionar por completo. Algunos nunca lograron operar a plena capacidad, mientras que otros comenzaron a presentar fallas desde su encendido.
El intento de solución temporal se convirtió en una nueva frustración para personal médico, pacientes y familiares, que vieron cómo la respuesta de “emergencia” colapsaba al poco tiempo de implementarse.
La instalación de estos equipos fue anunciada como una respuesta de corto plazo a la presión ejercida por el Sindicato del IMSS y por líderes del sector empresarial, quienes calificaron la situación como insalubre e inhumana.