La autora fue otra estudiante de primer grado, mientras directivos de la escuela toman represalias contra la madre de la víctima por ventilar el caso
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
Hematomas visibles, dolor de cabeza, vómitos y lesiones en la columna, estas son las secuelas físicas que dejó una violenta agresión de la cual fue víctima Melissa, alumna de primer grado en la secundaria 2, Emiliano Zapata, ubicada en la colonia Obrera, a manos de otra estudiante; la madre de la menor, Viridiana Guadalupe García Flores, denunció que su hija fue atacada por tercera vez dentro del plantel educativo y es la segunda ocasión que presenta la denuncia formal ante el Ministerio Público.
“La agredieron el martes, durante el cambio de clase en la sexta hora, dentro del mismo salón, sin presencia del maestro, la golpearon junto con otra compañera, fue la misma alumna que ya la había agredido anteriormente”, relató con indignación la señora García Flores.
Dio a conocer que, el ataque dejó a la menor con múltiples huellas: moretones en distintas partes del cuerpo, dolor intenso de cabeza, mareos, vómito y molestias en la columna vertebral, los cuales fueron confirmados mediante estudios clínicos.
La madre de familia indicó que ni docentes ni directivos se dieron cuenta del incidente en el momento y que fue hasta el día siguiente que la escuela tuvo conocimiento de lo ocurrido, gracias a que una compañera de clase difundió el video de la agresión en redes sociales.
Viridiana Guadalupe lamentó que las autoridades educativas no hayan actuado con prontitud, a pesar de que existen antecedentes de la misma agresora quien en octubre del año pasado, su hija fue agredida por primera vez por la misma alumna identificada como Yatziry, del grupo 1°B y, aunque se presentó una denuncia, asegura que ni la Fiscalía ni la escuela dieron el seguimiento correspondiente.
“El abogado anterior me mostró que sí había dado seguimiento, pero la escuela nunca le proporcionó la información, ahora, en la Fiscalía me dicen que como hay personal nuevo, el caso anterior ya no cuenta, y que me tienen que abrir otra carpeta, me perdieron documentación y me dejaron sola”, denunció.
Según relató, la subdirectora Carolina Rodríguez le informó que el protocolo estatal establece que una alumna debe acumular al menos ocho reportes por agresión ya sean físicas, verbales o psicológicas para que proceda una suspensión.
“Lo más irónico es que la agresora acababa de regresar de una suspensión y volvió a golpear a mi hija. No hay control, no hay prevención”, añadió.
García Flores también denunció represalias por parte del plantel, pues luego de brindar a la prensa pruebas como audios y mensajes que evidencian la falta de apoyo institucional, se le prohibió el ingreso a la secundaria.
Pese a sus intentos por escalar el caso con autoridades educativas de nivel superior, la madre asegura que no ha recibido atención ni respuesta.
Comentó que, ante la agresión de la cual fue víctima su hija actualmente esta tomando clases a distancia, recuperándose en casa de las lesiones que sufrió en el interior del plantel, mientras que la adolescente responsable tranquilamente continua en clases.