Los mismos trabajadores de la Clínica 7 del IMSS señalan que son muchas las afectaciones por la falla en los climas
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
El calor extremo que se registra al interior de la Clínica 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por falta de aire acondicionado ha comenzado a representar un riesgo sanitario, no solo por el impacto en el bienestar de pacientes y personal médico, sino por comprometer directamente la efectividad de medicamentos sensibles a la temperatura.
Trabajadores de salud de la unidad, quienes prefirieron mantener el anonimato por temor a represalias, advirtieron que la falta de sistemas de aire acondicionado ha generado condiciones críticas dentro del hospital.
“Por el intenso calor el medicamento está inactivo, esto es un alto riesgo para los pacientes”, alertó uno de los denunciantes, señalando que los fármacos inyectables que requieren refrigeración podrían estarse administrando sin efectividad.
La situación ha causado molestia y preocupación entre los derechohabientes, quienes deben soportar largas esperas en espacios mal ventilados, y entre los trabajadores, que laboran bajo condiciones extremas que califican de inhumanas y peligrosas.
RIESGO A LA SALUD PÚBLICA
De acuerdo con el personal médico, algunos medicamentos requieren mantenerse bajo temperaturas controladas para conservar su efectividad, la exposición prolongada al calor podría alterar su composición y provocar efectos adversos o nulidad terapéutica, poniendo en riesgo la salud de los pacientes.
Pese a los esfuerzos del personal por seguir los protocolos de conservación, las condiciones de la infraestructura lo impiden.
LLAMADO URGENTE A LAS AUTORIDADES
Ante este escenario, los empleados del IMSS han lanzado un llamado urgente a las autoridades federales y del instituto para intervenir de inmediato, exigiendo la instalación de sistemas de enfriamiento funcionales y la mejora integral de las condiciones laborales.
A pesar del temor a represalias, el personal sostiene que es su deber alzar la voz ante una situación que compromete su labor profesional y la seguridad de los pacientes, mientras tanto, los usuarios exigen respuestas y soluciones, pues consideran inadmisible que en pleno verano el acceso a una atención médica digna y segura esté condicionado por fallas estructurales y desinterés institucional.
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