Aunque los indicios apuntan a la menor, autoridades aún no entregan el cuerpo; se aguardan los resultados de ADN.
Por: Karla Cortez
LA PRENSA
NUEVA ROSITA, COAHUILA. – El hallazgo del cuerpo de una menor en un camino vecinal de la comunidad de Santa María, ocurrido el pasado martes por la tarde, marcó el inicio de una investigación que ha conmocionado a la Región Carbonífera.
Aunque aún no se confirma oficialmente la identidad mediante pruebas genéticas, todo apunta a que se trata de Brisa Izela, de 12 años, reportada como desaparecida días antes. La menor fue encontrada sin vida y, de acuerdo con versiones extraoficiales, su cuerpo presentaba huellas de violencia, una lesión en el cuello compatible con degüello, y posibles signos de agresión sexual. Además, su ropa no era identificable.
El cuerpo fue levantado por peritos y trasladado al Servicio Médico Forense, donde se le practicó la necropsia de ley. Según la delegada de la Fiscalía en la Región Carbonífera, Isadora Rodríguez Garza, la entrega del cuerpo a la familia está sujeta a los resultados de pruebas genéticas que confirmen la identidad de manera oficial, lo cual podría ocurrir el próximo martes.
Hasta el viernes, la madre de Brisa señaló públicamente que no había sido contactada por autoridades para identificar a su hija, lo que aumentó la presión pública en torno al caso.
Este hecho representa el primer feminicidio registrado en lo que va del año en la Región Carbonífera, y ha generado indignación y conmoción entre la población.