Elon Musk lanza el Partido América para influir en el Congreso de EE.UU., tras romper con Donald Trump y criticar un paquete de gasto federal de 3.3 billones.
Elon Musk formalizó este fin de semana la creación del “Partido América”, una fuerza diseñada para inclinar los estrechos márgenes del Congreso. El episodio se narró casi minuto a minuto en X, la red social que posee, y transitó de una propuesta vaga el viernes 4 de julio a un anuncio definitivo al día siguiente.
La mañana del viernes, desde su avión privado, Musk expuso la hoja de ruta: “Una forma de lograrlo sería concentrarse en solo dos o tres escaños del Senado y entre ocho y diez distritos de la Cámara de Representantes”. Concluyó que, “Dados los estrechos márgenes legislativos, eso sería suficiente para ejercer el voto decisivo en leyes controvertidas, garantizando que sirvan a la verdadera voluntad del pueblo”.
Horas después lanzó una encuesta: “El Día de la Independencia es el momento perfecto para preguntar si quieres la independencia del sistema bipartidista (algunos dirían unipartidista)”. Más de 65 % de votos respondió que sí. El empresario compartió imágenes de una serpiente de dos cabezas bajo la palabra “unipartido”, símbolo de su rechazo a demócratas y republicanos, y respondió “Sí” a la invitación de “Acabemos con el Unipartido”.
By a factor of 2 to 1, you want a new political party and you shall have it!
— Elon Musk (@elonmusk) July 5, 2025
When it comes to bankrupting our country with waste & graft, we live in a one-party system, not a democracy.
Today, the America Party is formed to give you back your freedom. https://t.co/9K8AD04QQN
La mañana del sábado, un exasesor de Donald Trump anunció la creación del partido. Musk ratificó: “Hoy se forma el Partido América para devolverles su libertad”. Subrayó luego: “¡En una proporción de 2 a 1, si quieren un nuevo partido político, lo tendrán! Cuando se trata de arruinar a nuestro país con despilfarro y corrupción, vivimos en un sistema de partido único, no en una democracia”.
El origen de la ruptura es presupuestario. Musk donó 277 millones a la campaña de Trump en 2024 y dirigió el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado para recortar gasto. Proclamó ahorros de 190 mil millones de dólares, pero un análisis externo calculó un costo neto de 135 mil millones. Los recortes se ejecutaron con tal rapidez que varios programas cruciales quedaron paralizados y decenas de miles de empleados federales perdieron sus puestos, desatando críticas entre expertos en administración pública federal. Ese balance enfrenta ahora auditorías legislativas.
Musk dimitió en mayo y se volvió crítico del proyecto de gasto que sumará 3.3 billones a la deuda. Amenazó con financiar primarias contra los legisladores que lo respaldaran, además de prometer “formar el Partido América” si la ley se aprobaba. La Cámara avaló la iniciativa por 218 votos contra 214; en el Senado el vicepresidente J. D. Vance deshizo un empate 50‑50, cifras que confirman la fragilidad de las mayorías que Musk aspira a explotar.
Trump respondió con ataques personales. “Sin subsidios, Elon probablemente tendría que cerrar sus puertas e irse a Sudáfrica”, escribió en Truth Social. Más tarde advirtió: “Quizás tengamos que poner a Doge contra Elon. Doge es el monstruo que podría tener que regresar y devorar a Elon. ¡Sería terrible!”.
Por ahora el partido es virtual. Según la Comisión Federal Electoral, toda organización que recaude más de 5 mil dólares para influir en una elección federal debe registrarse como comité, presentar informes periódicos y revelar donantes. Musk no ha precisado distritos ni estructura, pero su fortuna —unos 240 mil millones— bastaría para campañas selectivas que modifiquen mayorías en 2026, cuando se renueve un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara.
Por Excelsior