Pese a que exhibe contratos originales
Ejecutivos bancarios aseguran a viudo que no tienen registrada la cuenta en el sistema
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Más de 400 mil pesos rehúsa entregar el banco HSBC a un viudo septuagenario cuya esposa lo dejó como beneficiario al igual que a tres de sus hijos, de una cuenta de ahorros y dos de inversión que tenía en esa institución, la negativa se produce no obstante la exhibición de los contratos correspondientes.
Abatido moralmente por la actitud de los ejecutivos bancarios, José González Villarreal, de 76 años de edad, interpuso este jueves la queja electrónica ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros contra el banco HSBC.
González, explicó que el 23 de diciembre de 2024 falleció su esposa Delia Sánchez Moreno, pero que después cuando acudió a la sucursal de Pape y Morelia, los ejecutivos dijeron que no tenían registrado en el sistema del banco ningún contrato de cuenta de ahorros, ni de inversión a nombre de la fallecida.
El septuagenario exhibió los contratos originales que celebró su esposa con HSBC, pero que los ejecutivos insistieron que no hay nada, y que debería iniciar un juicio sucesorio testamentario para el trámite ante el Juzgado en Materia Civil.
“Me dicen que no hay registro de esas cuentas en el sistema, que no pueden hacer nada y que tengo que iniciar un juicio sucesorio testamentario”, explicó José González, ¿pero si no reconocen siquiera que existían las cuentas, para qué le sugieren abrir un juicio?”, cuestionó su asesora Griselda Arreguin.
La orientadora en conflictos financieros, calificó como contradictoria la postura del banco porque no puede pedirse juicio sucesorio si al mismo tiempo niegan que existieron las cuentas, además, José tiene los contratos firmados por su esposa.
González señaló que la situación ha obligado a sus hijos radicados en Estados Unidos, a regresar a Monclova para respaldar el reclamo, pero tampoco han sido reconocidos por la institución financiera como beneficiarios, a pesar de aparecer como tales en los documentos que obran en poder de la familia.
“Después de medio año de gestiones, lo único que pido es justicia y que se respete la voluntad de mi esposa, prácticamente me han cerrado las puertas en el banco”, expresó indignado el afectado agraviado doblemente por tratarse de un adulto mayor.