Carlos Ledezma, compositor y vocalista de la banda Estorbo se enroló en este género muy joven, con una guitarra prestada
Alexis Massieu
La Prensa
Cada 13 de julio y desde 1985, a nivel mundial se celebra el Día del Rock, un género musical que tiene un gran número de subgéneros y ha dado origen a un sinfín de formas de expresión, dentro del cual, Monclova no es la excepción.
Uno de los rockeros más representativos de Monclova y la región centro, es Carlos Ledezma, compositor y vocalista de la banda Estorbo, quien; con motivo de esta importante fecha, nos contó cómo siendo muy joven, se enroló en el mundo del rock and roll con una guitarra prestada.
El Rock, considera, se ha ido abriendo camino entre los monclovenses, pese a otros géneros musicales que en diversas épocas se han puesto de moda y acaparan la atención de los escuchas.
CARLOS LEDEZMA
Originario de Laredo Carlos Ledezma Torres, llegó siendo muy pequeño a Monclova, cuando apenas tenía unos meses de haber nacido, creciendo así en un hogar monclovense en donde la influencia de los gustos musicales de su padre le fue dando forma a la suya.
—¿Qué tan importante es el Rock en tu vida?
- Fíjate que yo diría que es una parte esencial de mi vida. desde niño siempre estuve expuesto a mucha música, vengo de una familia donde los hermanos de mi mamá, que en paz descanse, son músicos. Tenían un conjunto de música norteña, de cumbias. Por otra parte, papá siempre ha sido muy aficionado a la música, de todo tipo, pero en especial al Rock. Así, desde que yo estaba chiquito, escuchaba a los Credence, o a los Beatles.
Estaba como en quinto de primaria, tendría 9 o 10 años cuando me enganché primero con la música de Los Hombres G. que—ahora lo comprendo—era una banda, cuya música era una mezcla de Ska, pop, y Rock con tintes Punk, se me hacía por eso muy llamativa, y a eso súmale las letras, ¿no? Que se atrevían a decir… por ejemplo ¡sufre mamón!, y Estaban diciendo malas palabras, y eso para mí, era una rebeldía.
De ahí brinqué al Rock nacional, me gustaba mucho el Tri Souls in my mind, y luego el TRI. Y de ahí para el real, pues fui agarrando ese camino del rock and roll, hacia todas sus vertientes… bueno, no todas, pero gran parte de ellas. Eso como aficionado al Rock.
EL MÚSICO DE ROCK
—¿Cómo te convertiste en músico?
—Tenía la intención de aprender a tocar un instrumento, pero era algo difícil en casa por cuestión de economía… llegué a decir alguna vez, “Eh, yo quiero aprender a tocar guitarra, o métanme a clases de guitarra.” Pero la realidad es que no había suficiente dinero como para llevarme a clases, y entonces lo hice de manera autodidacta.
Una vez fui a unas clases que estaban dando en la Casa de la Cultura de AHMSA, no me acuerdo cómo se llamaba. Ahí estaba un maestro muy bueno, el Profe Tadeo, Gerardo Tadeo. Y él, me enseñó los rudimentos de la guitarra, lo más básico.
Empecé a armar mis canciones, era una inquietud que ya traía desde muy muy chavo. Estamos hablando de los tiempos en que estudiaba la secundaria, y un amigo, me prestó una guitarra, porque yo no tenía.
Me prestó una guitarra acústica que le habían regalado, porque a él nunca le llamó la atención. Y un día platicando, le comenté que a mí me gustaría aprender a tocar, entonces me dijo: “Ah, yo tengo una, te la presto.” Y con esa guitarra fue con la que empecé a tocar.
—Al día de hoy, ¿Cuántas canciones has compuesto?
- Ay, caray, no tengo la cuenta exacta, pero creo que sí brincan de las 180 o 200 canciones. No todas son buenas, ¿verdad? Tengo cerca de 30 años tocando la guitarra y haciendo canciones.
LA PRIMERA BANDA
—¿Cómo se formó tu primer banda?
- Surgió de manera natural, porque cuando yo empecé a tocar la guitarra a finales de la escuela secundaria, ya en la preparatoria, conocí a un chavo que se llama Raymur Fuentes, el cual me lleva si mal no recuerdo un par de años de edad, y él ya estaba totalmente metido en el tema del Rock, y de hacer sus canciones, que era algo que me llamó mucho la atención.
Podría decir que Raymur Fuentes, fue mi mentor, mi guía en el camino de hacer tus propias canciones. Porque era muy común, ¿verdad? Conocer gente que, tocaran canciones de Maná, de Sepultura o de Metallica. Pero entonces conoces a alguien que te dice, “No, yo hago mis propias canciones.”
Eso era muy diferente. ¿Por qué? Porque al hacer tus canciones, tienes carta libre, ¿verdad? Para plasmar lo que tú quieras. Ese fue el empujoncito que a mí me faltaba para animarme, y le dije, mira “yo también hago canciones.”
—¿Qué pasó entonces?
- Coincidimos en ideologías como en gustos musicales, y nos planteamos la idea de hacer una banda, y la empezamos bien austera, con guitarras acústicas y un baterista que se llama Enrique, con el que ensayábamos, usando una batería de juguete.
Tocamos entonces, en un evento que organizó una radiodifusora llamada Estéreo Digital, creo que fue cuando recién la lanzaron. tocamos ahí, y Raymur como se desilusionó, ¿no? y dice: “No, se acaban los P.O.G”, que era como nos llamábamos, Y ya, así pasó, para ese momento, nuestro baterista era Luis Suárez, El Ruco, con quien me reencontraría un año más tarde.
EL ORIGEN DE ESTORBO
–¿Cómo sufrió El Estorbo?
—Cada quien siguió su rumbo, yo entré a estudiar ingeniería en FIME, y Raymur se fue, porque él tenía una beca de la CONAFE, entonces tenía que estar dando clases en comunidades rurales.
Un día me lo topo por pura casualidad en una parada de camiones, y se acuerda de mí, “¿qué onda? ¿Qué has hecho?” y surgió la idea de hacer una banda.” Y ese es el principio de Estorbo, con Luis y yo.
Recuerdo que me dijo bien emocionado, “Ya tengo una batería, conseguí una batería.” Y yo me imaginaba, a este vato comprando una batería acá… nueva, pero no, la tenían en el gallinero de la casa de su abuelita.” Era una tarola toda fea, con los cueros reventados, y un platillo soldado sin una pata-bola, no había un tom de piso, ni nada, le pegamos un veliz, y así empezamos.
Nos aventamos—fácil–como un año, ensayando él y yo, batería y guitarra. Lo hacíamos por puro gusto, muchos se iban de antro, nosotros íbamos a ensayar, el finde semana, era estar ensayando en la sala de su casa todo el día.
“Oye, nos falta un bajista para hacer un power-trio, ¿no?”, decía “El Ruco cuyo hermano, estudiaba en el CBTis36, donde estaba Lalo Bermea quien se convertiría en nuestro bajista. Él le comentó: “Oye, mi carnal está armando una banda”. Entonces llegó Bermea al ensayo, pero no llegó solo, venía con Juan Pablo Lerma.
Ellos eran amigos, y cuando llegan, se nos quedan viendo, estábamos ensayando, me imagino; que enfocándose en nuestras limitaciones, porque ellos ya sabían tocar, los dos eran buenísimos. Entonces le dice el ruco: “A ver, pues échate un palomazo.”, y que empieza Bermea con en la guitarra, a tocar canciones, exactas como calcadas, ¿no?, de Caifanes y de Enanitos Verdes, y nos quedamos nosotros boquiabiertos. ¡Este güey sí sabe tocar!
Luego, por alguna razón, le dice Bermea a Pablo, “Ándale, échate esta rola, sí nos la sabemos tú y yo.” Y se avientan los dos, y nos quedamos con ¿qué onda? En la boca.
Cuando se fueron, nos quedamos El Ruco y yo, y me dice: “¿Cuál, hermano? ¿Cuál crees que cuadra más con la banda?”, los dos son buenísimos le contesté, le van a meter un resto de punch a lo que tenemos en mente. Y fue ahí cuando se formó Estorbo, era el año 1999.
LA PRIMER TOCADA
—¿Cual fue la primera ocasión en que se presentó el grupo?
—Creo que fue en el año 2000, nuestra primera tocada oficial, en una discoteca ya extinta llamada Ikarus. Fue la primera vez que tocamos en público. Ya como Estorbo, bajo, batería, guitarra y voz.
Tocábamos canciones de diversos sub-géneros del Rock, Este, y poco a poco fuimos encaminándonos más hacia el Punk y experimentando con lo que conocíamos de Ska, lo que también influía en nuestra imagen, una sola vez me hice un mohawk, de corte de cabello. Ahorita ya no me alcanza, el pelo.
Fue entonces que empezamos a salir a tocar a otros lados, a Saltillo y a Monterrey, conociendo la escena de esas ciudades más grandes y que tienen pues una historia bastante larga en cuanto al movimiento del Rock.
En Monclova, cuando empezamos a tocar, era con las bandas que se andaban moviendo, una tocaba New Metal y se llamaba Descarga, la otra era Resaca. Y ahí íbamos los tres, tocando en un Monclova muy limitado en cuanto a opciones, porque no había lugares establecidos donde se pudiera tocar Rock, casi siempre eran casas, patios o terrenos baldíos.
—¿Ya existe más apertura para el Rock?
—Fíjate que sí, se fue generando, y ahora van a revivir el Monclova Rock, andan haciendo un Monclova Rock 2.0. En la primera edición a nosotros nos cortaron el sonido, a alguien se le ocurrió poner sillas enfrente del escenario, como si fuera así un concierto de guitarra clásica o no sé. Y cuando tocamos nosotros, las sillas salieron volando, y entonces entraron los antimotines pensando que era algún desmán, una riña, y era el slam.
Pero sí cambió el panorama, se tiene que reconocer que fue una labor buena del municipio. Sí le dio apertura al movimiento, aunque en realidad las tocadas siguen siendo caceras.
Esta administración va, a retomar el Moncloa Rock, ahora me invitaron de jurado, no vamos a tocar, pero ahora voy a ser como Lolita Cortés. A ver qué tal andan los chavos. hay bandas haciendo música muy buena, ahí están. Te puedo mencionar nombres, pero no aparecen en la radio o la televisión.
Hay un Monclova haciendo Rock, un sector importante de gente en esta ciudad es rock and rolera, y gente joven haciendo buenas cosas, que traen todo para dar el brinco, como son los chavos de Strafalaria, una propuesta bien armada.
Yo creo que quien trae el virus del rock, lo va a traer hasta que se muera, ¿verdad?
—De tu obra, ¿Cuál es tu canción favorita? S
—e llama Elegía, es una canción folk, que no se la he mostrado a mucha gente, y el tema es como una despedida. Una despedida personal, de todo, cuando dejas atrás ¿Okay?
Canción BARRIO OBRERAS
Toda la tarde bebiendo alcohol
caguama, tequila, mezcal o sotol
mota y broncas callejeras
es el día normal en las obreras
Hay… que correr,
en mi barrio…
¡no hay ley!