Tras un mes sin actividad sísmica registrada
El movimiento telúrico de magnitud 4.0 ocurrió durante la madrugada del martes y forma parte de una racha inusual que inició en junio con epicentros en las regiones Centro y Carbonífera
Alonso Crisante
LA PRENSA
SAN BUENAVENTURA, COAHUILA.– Un nuevo sismo de magnitud 4.0, con epicentro al noroeste de San Buenaventura, sacudió nuevamente a la región en las primeras horas del 22 de julio, marcando así un nuevo episodio dentro de una racha sísmica inusualmente intensa que ha puesto en alerta a los habitantes del norte de Coahuila.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el movimiento telúrico ocurrió a las 2:51 de la madrugada a una profundidad de apenas tres kilómetros, lo que lo hace potencialmente perceptible por la población cercana. El epicentro se ubicó en las coordenadas 27.464° latitud norte y -102.863° longitud oeste, a 138 kilómetros al noroeste de San Buenaventura.
Aunque hasta el momento no se han reportado daños materiales ni víctimas, la frecuencia de estos fenómenos ha generado creciente preocupación entre la población y ha motivado la constante vigilancia por parte de autoridades estatales y municipales.
La actividad sísmica en la Región Centro y Carbonífera de Coahuila ha sido constante desde principios de junio. Según datos del SSN, tan solo entre el 4 y el 5 de ese mes se registraron al menos diez sismos en los municipios de San Buenaventura y Melchor Múzquiz, con magnitudes que oscilaron entre 3.8 y 4.9 grados. El más intenso ocurrió el 4 de junio a las 21:26 horas, con una magnitud de 4.9 y una profundidad superficial de cinco kilómetros.
A esta serie le siguieron múltiples réplicas en las semanas siguientes. El 14 y 15 de junio se reportaron tres sismos adicionales en la misma zona: uno de magnitud 3.8, otro de 4.1 al oeste de Múzquiz y uno más de 4.0 registrado a la 1:09 de la madrugada del domingo 15, también al noroeste de San Buenaventura.
Días después, el 17 y 18 de junio, dos nuevos movimientos sísmicos se sumaron a la lista. Uno ocurrió a las 22:47 h con magnitud 3.8, y el otro a la 1:52 h con magnitud 3.9, ambos con epicentros cercanos a San Buenaventura y Múzquiz, y a profundidades que no superaron los seis kilómetros.
El pasado jueves 20 de julio, el SSN reportó otros cuatro temblores en menos de cinco horas en la zona de San Buenaventura. El primero ocurrió a las 06:15 horas con una magnitud de 3.9, mientras que el último se registró a las 10:57 con magnitud de 3.8. La profundidad estimada en todos los casos fue de 10 kilómetros. Ese mismo día también se registraron tres eventos sísmicos más en Múzquiz durante la madrugada, alcanzando magnitudes de hasta 4.4.
En total, se contabilizan más de 30 eventos telúricos en un periodo de poco más de seis semanas, la mayoría superficiales y de intensidad moderada, pero suficientes para ser perceptibles por la población.
El director de Protección Civil de San Buenaventura, Héctor Gutiérrez, ha llamado a la calma ante la ola de rumores en redes sociales sobre supuestos temblores no registrados oficialmente. En una declaración reciente, explicó que su dependencia no ha recibido reportes por parte del SSN respecto a algunos movimientos percibidos por ciudadanos, aunque reconoció que él mismo sintió uno de los sismos registrados la semana pasada.
“No podemos dar por hecho que haya temblado si no hay un registro oficial; si acaso hubo un movimiento, probablemente fue en un punto despoblado y no fue perceptible para la mayoría”, puntualizó.
A su vez, Protección Civil de Coahuila mantiene monitoreo constante en coordinación con instancias federales, aunque hasta ahora ninguna autoridad ha emitido alertas adicionales o advertencias por riesgo estructural.
Si bien Coahuila no es comúnmente identificado como una zona sísmica, la realidad es que su ubicación sobre el límite de varias placas tectónicas –incluyendo la de Norteamérica, la del Pacífico y la de Rivera– lo vuelve susceptible a ciertos eventos telúricos.
Expertos en geología señalan que la acumulación de energía en fallas locales podría estar provocando esta racha de movimientos, cuya mayoría ha ocurrido a profundidades superficiales, lo que incrementa su percepción sin necesariamente representar una amenaza estructural.
Desde 2010, el SSN ha documentado más de 185 sismos en el estado, de los cuales aproximadamente 130 ocurrieron en los últimos cinco años. Aunque no existe tecnología para predecir sismos, las autoridades recuerdan a la población la importancia de mantenerse informada exclusivamente a través de canales oficiales y evitar la propagación de rumores o noticias sin confirmar.