Desde las 10 de la noche del jueves la ciudadanía se dio cita en el mirador, para disfrutar de la verbena
Monserrat Rodarte
La Prensa
Bajo la nueva administración del alcalde Javier Díaz, este año se modificó la tradición de madrugar el 25 de julio para celebrar en las primeras horas del día. En su lugar, la fiesta comenzó desde la noche del jueves 24, unas horas antes de la medianoche, como parte del cierre del Festival Internacional de las Artes Saltillo (FINA).
El emblemático mirador de Saltillo se convirtió en el corazón de la celebración. El mismo lugar donde, hace más de cuatro siglos, nació la ciudad y que hoy sigue conservando su esencia como símbolo de identidad para los saltillenses.
Desde temprana hora, las familias comenzaron a llegar para apartar un buen lugar. Aunque el arranque oficial fue a las 10:00 de la noche, desde antes ya se sentía el ambiente festivo. Elementos de la Policía Municipal estuvieron presentes para garantizar la seguridad y mantener el orden durante el evento.
El nuevo formato incluyó una gran verbena popular con música en vivo, danza folclórica y una gran variedad de antojitos mexicanos, que deleitaron a los asistentes. Familias enteras acudieron desde todos los puntos de la ciudad: norte, sur, oriente y poniente, unidas por el orgullo de ser parte de esta celebración histórica.
Pasadas las 23:00 horas, la expectativa crecía conforme se acercaba la medianoche. Al dar las 12:00, las primeras notas del mariachi llenaron el ambiente. Encabezados por el gobernador del estado, Manolo Jiménez Salinas; el alcalde Javier Díaz González; integrantes del gabinete municipal y estatal, así como otras figuras públicas, los presentes entonaron al unísono las tradicionales mañanitas, llenando de emoción el mirador.
La serenata fue dedicada al Saltillo del pasado, presente y futuro, y reunió tanto a quienes nacieron en esta tierra como a aquellos que han sido adoptados por ella tras llegar en busca de una mejor vida. Fue un momento cargado de orgullo, memoria y esperanza.
Minutos después, el cielo se iluminó con fuegos artificiales que acompañaron el reparto del pastel conmemorativo del 448 aniversario. También se ofreció una cena para las familias presentes, como muestra del carácter hospitalario de la ciudad.
Al término del festejo en el mirador, el alcalde, acompañado de funcionarios municipales y estatales, realizó un recorrido simbólico desde la Iglesia del Ojo de Agua, descendiendo por la calle Hidalgo hasta llegar a la Plaza Nueva Tlaxcala, donde concluyó el trayecto.
Los asistentes expresaron su entusiasmo por este nuevo formato de celebración, destacando que fue una fiesta distinta, emotiva y cercana a la gente. Coincidieron en que esta propuesta tiene todo para convertirse en una nueva tradición que enriquezca la vida cultural de la ciudad.
El evento marcó también la clausura del Festival Internacional de las Artes Saltillo 2025, que durante dos semanas ofreció decenas de actividades gratuitas para toda la familia, atrayendo a visitantes de otras regiones y dejando un grato recuerdo en quienes participaron.