La corrupción y la desigualdad económica son reales
Elogia la resiliencia mexicana ante la violencia y la pobreza, y reafirma el compromiso de la Santa Sede con el país, destacando su rol en la promoción del diálogo en Latinoamérica
Por Staff/Agencia Reforma
La Prensa
ROMA.- Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales del Vaticano, aseguró que las heridas ocasionadas por el crimen, la corrupción y la pobreza son reales en México.
En su discurso durante la Nunciatura Apostólica, habló de la pobreza, la violencia, la devastación ecológica y la erosión de la verdad en el discurso público, catalogándolas como “las heridas silenciosas de la humanidad”.
“México conoce profundamente estos desafíos. Las heridas causadas por el crimen organizado, la corrupción y la desigualdad económica son reales. Pero también lo es la resiliencia del pueblo mexicano”, externó Richard Gallagher.
Ante el cuerpo diplomático acreditado en el País, sostuvo que la Iglesia debe caminar junto a la sociedad civil y al Estado, no para dominar, sino para servir; no para imponer, sino para acompañar.
“En esto, la comunidad diplomática desempeña un papel vital. Gracias a los esfuerzos de muchos aquí presentes, se pueden abrir canales de paz y cooperación; se pueden abordar las crisis antes de que se conviertan en catástrofes”, comentó el Arzobispo.
“La política y la diplomacia son, en su mejor expresión, expresiones de amor por quienes servimos”, agregó.
Con la primera conmemoración de la ‘Fiesta del Papa’, puntualizó el católico, la Santa Sede reafirma su compromiso de colaborar con el Gobierno mexicano para la búsqueda común de la paz y el desarrollo humano integral.
“En nombre del Papa León, reafirmo nuestra voluntad de caminar juntos, especialmente en defensa de los pobres, los migrantes, los indígenas, las víctimas de la violencia y todos aquellos que se encuentran en las periferias de la sociedad”, afirmó.
Gallagher resaltó que la relación entre México y el Vaticano lleva poco más de 30 años fortaleciendo sus lazos, que desde 1992 se han vuelto más transparentes y fructíferos.
También reconoció al País como pieza clave en la promoción del diálogo y la paz en América Latina, especialmente en contextos de conflicto y migración.
“México es una nación donde a menudo han brotado flores de la sangre de los mártires y donde la esperanza ha triunfado sobre las dificultades. La Iglesia en México no ha sido perfecta, pero ha perseverado, con el pueblo y para el pueblo”, añadió.
Destaca labor de la iglesia en la Colonia
La Iglesia Católica ha estado presente en la historia de México desde la época de la Colonia, en una relación marcada tanto por la complejidad como por un profundo afecto mutuo, sostuvo Gallagher.
Monseñor recordó que fueron los misioneros quienes realizaron las primeras labores de asistencia social en congruencia con las enseñanzas cristianas de justicia, misericordia y respeto a la dignidad humana.
“Los primeros misioneros de la Iglesia, como Fray Juan de Zumárraga, el Primer Arzobispo de México, sentaron las bases no solo de las estructuras eclesiásticas, sino también de escuelas, hospitales y protección para los pueblos indígenas, a pesar de las fallas y deficiencias tan evidentes en gran parte de la historia colonial”, dijo.
A lo largo de los siglos, sostuvo, la Iglesia en México ha sido una fiel compañera de su pueblo, en medio de la Independencia, la Revolución y la reforma social.
“Desde la supresión de la práctica religiosa durante el siglo veinte hasta el testimonio de tantos mártires, la Iglesia ha vivido sin duda las vicisitudes de la historia en esta tierra. La Iglesia ha estado y sigue estando presente en las aulas, en los hospitales, en el campo y en los barrios, siempre buscando proclamar que cada persona está hecha a imagen y semejanza de Dios”, comentó Gallagher.