El Estado ha experimentado un aumento significativo en movimientos telúricos durante 2025, con 23 confirmados, principalmente en Saltillo, Múzquiz y Parras de la Fuente
Alonso Crisante
LA PRENSA
SALTILLO, COAHUILA.— En el transcurso de 2025, Coahuila ha experimentado una inusual intensificación en su actividad sísmica, situándose entre los años con mayor número de movimientos telúricos en la última década y media, de acuerdo con datos oficiales del Servicio Sismológico Nacional (SSN). Con 23 temblores confirmados hasta ahora, el estado se acerca a cifras históricas de eventos registrados desde 2010.
El incremento en la frecuencia de estos fenómenos naturales es notable, considerando que el promedio anual histórico en Coahuila es de 12.3 temblores. Durante los últimos cinco años (2020-2024), el estado ha registrado aproximadamente 130 eventos, equivalente al 70.2 por ciento de todos los reportados en los últimos 15 años. El 2021 se mantuvo como el año con más actividad sísmica, con 42 movimientos, seguido de cerca por 2020 con 41.
El 2022 también mostró una actividad inusual, acumulando 35 eventos, cifra que solo ha sido superada en años recientes. Mientras tanto, los años 2023 y 2024 contabilizaron 16 temblores cada uno, consolidando una tendencia al alza que preocupa a expertos y autoridades.
La región Carbonífera fue escenario de una intensa secuencia sísmica durante junio pasado, cuando en menos de 72 horas se registraron 14 movimientos telúricos, incluyendo uno de magnitud 5.3, el más fuerte documentado en la entidad. Este sismo ocurrió el 4 de junio y generó alerta entre la población local.
Saltillo, Múzquiz y Parras de la Fuente concentran la mayoría de los epicentros. Saltillo ha sido epicentro de 40 temblores, principalmente en sus zonas sur, sureste y suroeste; Múzquiz ha tenido 33, especialmente en las inmediaciones de la comunidad de Palaú; y Parras de la Fuente acumula 23 movimientos.
Las autoridades sismológicas reconocen que, aunque no existe un conteo exacto e inmutable de eventos, estas cifras reflejan un incremento significativo en la actividad telúrica en la región. La información actualizada apunta a la necesidad de reforzar los protocolos de prevención y respuesta ante posibles emergencias, así como a fomentar la cultura de la prevención entre la población.