Fernando Israel Preciado Ortiz es el conductor de la camioneta blanca Tahoe que se encontraba detrás del menor que se llevó arrastrando al trabajador de la gasolinera
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
La valentía y el sentido de justicia de un ciudadano monclovense fueron clave para que las autoridades dieran con el paradero de un menor de edad que huyó de una gasolinera sin pagar y arrolló con su camioneta a un despachador que intentó impedir la fuga.
El responsable fue ubicado gracias a la oportuna intervención de Fernando Israel Preciado Ortiz, quien presenció los hechos y decidió seguir al implicado por varias calles de la ciudad.
Preciado Ortiz relató que se encontraba en fila para cargar combustible cuando observó que el conductor de una camioneta Silverado, tras llenar el tanque, se marchó bruscamente del lugar, arrastrando por varios metros al despachador que intentó detenerlo.
Manifestó que, ante la gravedad del hecho, su reacción inmediata fue seguir al vehículo, sin saber con certeza a quién enfrentaría, desconociendo además las razones de su acción, pero al ver al empleado lesionado no dudo en hacerlo.
Comentó que, durante varios minutos, persiguió al responsable por distintas avenidas y sectores de Monclova, logrando finalmente ubicar la vivienda donde se resguardó tras una serie de maniobras evasivas.
Señaló que, su llamada y ubicación precisa, elementos policiacos arribaron al sitio y aseguraron la unidad involucrada, aunque el conductor ya se había refugiado dentro del domicilio.
Como reconocimiento por su acción cívica, el personal de la gasolinera decidió compensar a Fernando con una carga de gasolina, gesto que el ciudadano agradeció, pero aclaró que lo hizo por solidaridad con el trabajador lesionado.
“Yo no lo hice por la gasolina, lo hice porque vi cómo dejaron tirado al despachador; cualquiera de nosotros puede pasar por algo así, y si no nos ayudamos entre nosotros, ¿quién lo va a hacer?”, expresó.
Reconoció que, tuvo miedo e incluso llego a pensar que el conductor podría portar alguna arma, sin embargo, el coraje de ver al despachador herido lo mantuvo con la valentía de que el acto no quedara impune.
Manifestó que, cuando el conductor finalmente se detuvo rápidamente ingreso al domicilio y fue hasta que llegaron las autoridades de seguridad publica que del domicilio salió un adulto mayor para tratar de resolver la situación.