Nuevo golpe a la economía de la región carbonífera
Desde el inicio de la crisis de AHMSA, la compañía estaba en paro laboral; ahora prepara la liquidación de al menos 250 empleados
Karla Cortez
LA PRENSA
SABINAS, COAHUILA.– Un nuevo golpe a la economía de la Región Carbonífera se confirmó este fin de semana tras el anuncio de Minera del Norte (MINOSA), subsidiaria de Altos Hornos de México (AHMSA), sobre la terminación de la relación laboral para al menos 250 empleados de la Mina Nueve, también conocida como Conchas Sur. La medida, que afecta a operadores, personal de mantenimiento y administrativos, generó incertidumbre y preocupación entre las familias que dependen directa e indirectamente del sector minero.
De forma interna, la empresa notificó a su plantilla activa que se procederá a la liquidación conforme a lo establecido en la Ley Federal del Trabajo. Los trabajadores comenzaron a recibir las listas con los nombres de quienes serán liquidados, mientras se calcula el monto de las indemnizaciones, que podrían alcanzar hasta 110 mil pesos por persona, en función del tiempo laborado.
La entrega de los recursos está programada entre finales de agosto y los primeros días de septiembre. A pesar de la reducción de personal, fuentes laborales confirmaron que la Mina Nueve será vendida próximamente, aunque el nombre del nuevo propietario aún no ha sido revelado. Se espera que la operación continúe bajo nuevas condiciones de contratación, contemplándose que los empleados liquidados puedan participar en un proceso de reclutamiento futuro.
MINOSA, que en su mejor etapa llegó a producir hasta cuatro millones de toneladas anuales de carbón metalúrgico, fue durante años un pilar fundamental en la economía regional. Sin embargo, la crisis que atraviesa el sector minero y el desplome financiero de AHMSA han provocado severas consecuencias para cientos de familias que dependen de esta industria.
Los despidos forman parte de un ajuste operativo que la empresa ha implementado debido a la baja demanda del carbón térmico y a modificaciones en los contratos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Además, el impacto se extiende más allá de los trabajadores, afectando a proveedores locales, transportistas, talleres, comercios y pequeños negocios familiares que dependen de la actividad minera para su sustento.
Líderes sindicales han exigido que la empresa cumpla cabalmente con las liquidaciones conforme a la ley y han solicitado la intervención urgente de la Secretaría del Trabajo de Coahuila para supervisar el proceso y garantizar transparencia.
El sector transporte, uno de los más golpeados, reporta ya una reducción significativa en la contratación de viajes para mover carbón y personal, reflejo del debilitamiento de la cadena productiva en la región.