Según la prensa israelí, que citó a funcionarios que pidieron el anonimato, “Netanyahu quiere que el ejército israelí conquiste toda la Franja de Gaza”, indicó la radio pública Kan.
Israel debe “derrotar totalmente” a Hamás en Gaza para obtener la liberación de los rehenes, afirmó este martes el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que reunió a su gabinete de seguridad para preparar la próxima fase de la guerra en el territorio palestino.
“Es necesario derrotar totalmente al enemigo en Gaza, liberar a todos nuestros rehenes y asegurarse de que Gaza ya no constituya una amenaza para Israel”, afirmó Netanyahu durante una visita a una base militar.
Por la tarde, presidió una “reunión restringida de seguridad de casi tres horas” en la que “el jefe del Estado Mayor del Ejército le presentó las opciones para la continuación de las operaciones en Gaza”, según los servicios del primer ministro.
Según la prensa israelí, que citó a funcionarios que pidieron el anonimato, “Netanyahu quiere que el ejército israelí conquiste toda la Franja de Gaza”, indicó la radio pública Kan.
Varios miembros del gabinete confirmaron que el primer ministro “decidió extender el combate a las zonas donde podrían estar retenidos los rehenes”, según la emisora.
Al igual que otros medios, el diario Maariv destacó que esta decisión significaría que el ejército “comenzará a combatir en zonas” en las que se había abstenido de hacerlo en los últimos meses “por temor a afectar a los rehenes, incluidos los campos de refugiados del centro de la Franja de Gaza”.
Los medios especulan sobre una posible oposición del jefe del Estado Mayor del Ejército, el teniente general Eyal Zamir. Pero la oficina del primer ministro aseguró tras la reunión que el ejército “aplicará cualquier decisión que se tome”.
Negociaciones estancadas
También este martes la ONU debe celebrar una sesión dedicada a la cuestión de los rehenes israelíes en Gaza, reclamada por Israel, que quiere que ese expediente esté “en el centro de la agenda mundial”.
En guerra contra Hamás desde el ataque del movimiento islamista palestino Hamás en su territorio el 7 de octubre de 2023, el gobierno israelí enfrenta una creciente presión para encontrar una salida al conflicto.
Netanyahu está sometido a una doble presión: en Israel, por la situación de 49 rehenes capturados el 7 de octubre, de los que 27 habrían fallecido según el ejército; y en el resto del mundo, por el sufrimiento de los más de dos millones de palestinos que viven hacinados en la Franja, arrasada y amenazada por una “hambruna generalizada”, según la ONU.
“La pelota está en el campo del ocupante (Israel) y de los estadounidenses”, comentó un líder político de Hamás, Hosam Badran, afirmando la voluntad del movimiento de “detener la guerra y poner fin al hambre”.
“Los mediadores siguen en contacto con nosotros, pero hasta ahora no hay nuevas propuestas ni ideas, ni avances en cuanto a la reanudación de las negociaciones”, añadió, asegurando que su movimiento estaba “dispuesto a reanudar las conversaciones donde se interrumpieron”, tras el fracaso de las mismas en julio.
Sobre el terreno, la Defensa Civil reportó 26 muertos desde primera hora de la mañana en bombardeos y ataques israelíes. “No hay ningun lugar seguro en Gaza, todos estamos expuestos a la mu3rte”, declaró Adham Mohamad Younes, un palestino de unos treinta años.
Entrada de mercancías
El martes temprano, el Cogat, un organismo del Ministerio de Defensa que supervisa los asuntos civiles en los territorios palestinos, reautorizó la entrada parcial de mercancías privadas en el enclave, de forma “controlada y progresiva”.
“El objetivo es aumentar el volumen de ayuda que entra en la Franja de Gaza, al tiempo que se reduce la dependencia de la recogida de asistencia por parte de la ONU y las organizaciones internacionales”, según el Cogat.
Un “número limitado de comerciantes locales” podrán enviar a Gaza “productos alimenticios básicos, alimentos para bebés, frutas y verduras y artículos de higiene”, precisó organismo.
El objetivo sigue siendo “tomar todas las medidas posibles para impedir la implicación” de Hamás en el “suministro y a distribución de la ayuda”, según el Cogat.
Israel había impuesto en Gaza un bloqueo total el 2 de marzo y lo levantó parcialmente en mayo, autorizando únicamente la entrada de cantidades muy limitadas, consideradas insuficientes por la ONU.
Según el Cogat, más de 300 camiones de ayuda entraron en Gaza el lunes. La ONU estima que se necesita al menos el doble. El ataque del 7 de octubre de 2023 provocó la mu3rte, en Israel, de 1,219 personas, civiles en su mayoría.
La ofensiva que Israel lanzó en respuesta e Gaza m4tó a al menos a 61,020 personas, también mayoritariamente civiles, según cifras del Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás desde 2007. La ONU considera fiables estos datos.
Por El Economista