El gobierno neerlandés tiene prohibido enviar directamente componentes de F-35 por un orden judicial ante el posible uso de estos bienes para violar los derechos humanos
Los gobiernos de Países Bajos y Alemania dejarán de exportar productos de origen militar a Israel por el riesgo de uso final en bombardeos en Gaza, donde la crisis humanitaria se ha visto aún más agravada por el hambre y la desnutrición.
Según aseguró hoy el ministro neerlandés de Exteriores, Caspar Veldkamp, el gabinete en funciones tomó la decisión de reevaluar y revocar las licencias, lo que calificó de medida “única”, debido al “empeoramiento de la situación”.
En respuesta a preguntas del canal público NOS, el ministerio señaló que, desde el 7 de octubre de 2023, concedió ocho licencias de exportación para material militar con destino final en Israel.
Además de las tres licencias ahora revocadas, se incluirán los permisos para piezas del sistema antiaéreo israelí Cúpula de Hierro (Iron Dome).
Previamente, al menos 10 organizaciones palestinas y neerlandesas cuestionaron que el ministerio haya verificado correctamente cómo y dónde se utilizarán las armas o sus componentes, por lo que interpusieron una demanda para que el gobierno deje de conceder licencias de exportación de armamento a Israel, un caso que se espera que resuelvan los tribunales después del verano.
Países Bajos ya tiene una prohibición de exportar directamente componentes de F-35 a Israel por una orden judicial debido al posible uso de estos bienes para violar los derechos humanos en Gaza.
Por su parte, el canciller, Friedrich Merz, dijo el viernes que su país no autorizará ninguna exportación de origen militar que pueda ser utilizado en Gaza «hasta nuevo aviso».
La iniciativa de Berlín parece que aislará aún más medidas a Israel tras el controvertido plan para la toma militar, que ha sido condenado por Naciones Unidas y por los defensores de los rehenes que siguen cautivos en la Franja.
Sin embargo, Merz enfatizó en un comunicado que la Tierra Santa «tiene derecho a defenderse del terror de Hamás» y apuntó que la liberación de los rehenes israelíes y las negociaciones para un alto el fuego en la guerra de 22 meses «son nuestra máxima prioridad».
«La acción militar aún más dura del ejército israelí en la Franja, aprobada por el gabinete israelí anoche, hace cada vez más difícil para el gobierno alemán ver cómo se lograrán estos objetivos», agregó. “Bajo estas circunstancias, nosotros no autorizaremos ninguna exportación de material militar que pueda ser utilizado en la misma hasta nuevo aviso”.
Además, hizo un llamado a Israel para que permita un acceso sin restricciones para el reparto de ayuda, incluyendo a las agencias de Naciones Unidas y otras ONG, y dijo que «deben continuar abordando de manera integral y sostenible la situación humanitaria».
Alemania, con un pasado marcado por el Holocausto, ha sido uno de los más firmes defensores occidentales de Israel, sin importar qué gobierno esté en el poder.
El de Merz no siguió los anuncios del presidente francés, Emmanuel Macron, —un aliado clave de Berlín—, ni el del primer ministro británico, Keir Starmer, quienes planean reconocer formalmente un Estado palestino en septiembre.
Por Latinus