El recorrido de 85 kilómetros unió a cabalgantes de varias ciudades en una celebración que concluyó con música, comida y rifas
Por: Liz de Fuente
LA PRENSA
PARRAS, COAHUILA. — Tradición, amistad y espíritu de convivencia marcaron la 25ª Cabalgata General Cepeda–Parras, en la que más de 350 jinetes recorrieron 85 kilómetros desde el ejido San Antonio hasta el Lienzo Charro “Ricardo Martínez Chapa”, pasando por comunidades como La Tinaja, Tanque Nuevo, Los Hoyos y El Durazno.
La cabalgata reunió a participantes de Monclova, Saltillo, Torreón, San Pedro de las Colonias, General Cepeda, Parras y Nuevo Laredo, además de jinetes de comunidades cercanas como El Abrevadero, Macuyú y Tejocote.
El recorrido concluyó con una comida de bienvenida, rifa de monturas y artículos. Asimismo se presentó un espectáculo de jaripeo norteño y un baile amenizado por el grupo Tranco.
El alcalde Fernando Orozco Lara reconoció la labor del organizador Diego Ramón Campo Ríos por dar continuidad al legado de su padre, Ramón Silvino Campo Morales, y mantener viva esta tradición por un cuarto de siglo. “Esta cabalgata es un símbolo de amistad, unidad y convivencia, y es un honor para Parras recibirlos”, señaló.
Sandra Valenciana Guerra, presidenta de la Asociación Estatal de Cabalgantes, destacó la hospitalidad de Parras y la calidad de la organización: “Cada año se nota el crecimiento y el entusiasmo de todos; es una de las mejores cabalgatas del estado”, dijo.
En representación del gobernador Manolo Jiménez Salinas, Jorge de Jesús “Gleason” Berumen entregó una montura como reconocimiento a la tradición y reafirmó el apoyo del gobierno estatal para que las costumbres de la gente de a caballo sigan vigentes.
Diego Ramón Campo Ríos agradeció a todos los jinetes su esfuerzo y entusiasmo: “En esta edición quisimos darle un giro diferente, mejorarla, y gracias a ustedes se logró. El próximo año los esperamos con los brazos abiertos”.
La jornada cerró con la entrega de reconocimientos al alcalde Orozco Lara, al ganadero Ángel Rogelio Vielma Huerta y al propio Campo Ríos, así como con la rifa de tres monturas, incluyendo la enviada por el gobernador y dos más donadas por el presidente municipal.