El centro de detención se construyó a toda prisa hace dos meses sobre un aeropuerto de entrenamiento de una sola pista en medio de los escarpados y remotos Everglades
Un alto funcionario de Florida señaló que el controvertido centro estatal de detención de inmigrantes en los Everglades probablemente quedará vacío en cuestión de días, incluso mientras la oficina del gobernador del estado, el republicano Ron DeSantis, y el gobierno federal impugnan la orden de una jueza de cerrar la instalación conocida como “Alcatraz de los Caimanes” a más tardar a finales de octubre. Esto de acuerdo con un intercambio de correos electrónicos al que The Associated Press tuvo acceso.
En un mensaje enviado el 22 de agosto al rabino Mario Rojzman relacionado con la prestación de servicios de capellanía en la instalación, el director general de la División de Manejo de Emergencias de Florida, Kevin Guthrie, dijo: “Probablemente quedaremos reducidos a 0 individuos dentro de pocos días”. Rojzman y el asistente ejecutivo que envió el correo electrónico original a Guthrie confirmaron la veracidad de los mensajes a la AP.
Un portavoz de Guthrie, cuya agencia ha supervisado la construcción y operación del lugar, no respondió de momento a un mensaje en busca de comentarios.
La noticia de que el último detenido en “Alcatraz de los Caimanes” podría abandonar la instalación en cuestión de días llegó menos de una semana después de que una jueza federal en Miami ordenó al centro de detención reducir sus operaciones, y que el último detenido debía abandonar la instalación dentro de los siguientes 60 días. El estado de Florida apeló la decisión, y el gobierno federal pidió a la jueza de distrito, Kathleen Williams, que suspenda su orden mientras se resuelve la apelación, argumentando que las miles de camas dentro del lugar son sumamente necesarias debido a la sobrepoblación en las instalaciones de detención en Florida.
Grupos ambientalistas se oponen a “Alcatraz de los Caimanes”
Los grupos ambientalistas y la tribu Miccosukee, cuya demanda llevó al fallo de la jueza, se opusieron a la solicitud. Cuestionaron que la instalación fuera necesaria, especialmente cuando Florida planea abrir un segundo centro de detención de inmigrantes en el norte del estado al que DeSantis ha apodado “Depósito de Deportación“. Durante una visita a la instalación de los Everglades la semana pasada, el representante federal demócrata Maxwell Frost aseguró que le fue informado que únicamente se estaba utilizando una fracción de la capacidad del lugar, es decir, entre 300 y 350 camas.
Al miércoles, Williams no había emitido una decisión sobre la solicitud de suspensión.
La jueza destacó en su orden que anticipa que la población dentro del centro de detención se reduzca en los siguientes 60 días, transfiriendo a los detenidos a otras instalaciones, y una vez que eso suceda, se deberían retirar el cercado, la iluminación y los generadores. Escribió que los demandados estatales y federales no pueden traer a ninguna persona adicional a la propiedad más que a aquellos que ya se encuentran detenidos en la instalación.
Los grupos ambientalistas y la tribu Miccosukee habían argumentado en su demanda que se debía detener la construcción y las operaciones adicionales hasta que las autoridades federales y estatales cumplieran con las leyes ambientales federales. Su demanda afirmaba que la instalación ponía en riesgo humedales sensibles que son hogar de flora y fauna protegida y revertiría miles de millones de dólares invertidos a lo largo de varias décadas en restauración ambiental.
El centro de detención se construyó a toda prisa hace dos meses sobre un aeropuerto de entrenamiento de una sola pista en medio de los escarpados y remotos Everglades. Los funcionarios estatales han firmado más de 245 millones de dólares en contratos para la construcción y operación de la instalación, la cual se inauguró oficialmente el uno de julio.
Por El Universal