Sheinbaum se aleja de la estrategia de AMLO
La política de “abrazos no balazos” de la administración anterior parece quedar atrás, ya que el gobierno de la presidenta muestra un gran giro, intensificando los operativos y decomisos de droga
Por Staff/Expensión Política
La Prensa
MÉXICO.- La estrategia de seguridad de la nueva administración, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, muestra un giro respecto a la política de “abrazos, no balazos” de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. Este cambio, impulsado en gran medida por la presión del gobierno de Donald Trump, se evidencia en el aumento de operativos, decomisos y la detención de líderes criminales.
Un viraje impulsado por la presión internacional
La presión ejercida por el gobierno de Donald Trump a México para combatir a los cárteles y frenar el tráfico de drogas, especialmente el de fentanilo, ha provocado un marcado viraje en la política de seguridad pública. Mientras que durante el sexenio de López Obrador se evitaban los “golpes al crimen”, la administración actual ha incrementado su acción en varios rubros clave.
Expertos, como el especialista en seguridad pública Alberto Guerrero Baena, afirman que la nueva estrategia se asemeja más a la del gobierno de Felipe Calderón que a la de López Obrador. Esto se refleja en acciones concretas, como la entrega de líderes delincuenciales, los decomisos históricos y la destrucción de laboratorios de drogas. A pesar de que la presidenta Sheinbaum asegura que solo hay “ajustes” y no un cambio de estrategia, los hechos demuestran lo contrario.
Cifras que reflejan el cambio
El gobierno de Sheinbaum ha metido el acelerador en el decomiso de fentanilo. En su primer año de gestión, se incautaron 1,495 kilogramos de este opioide y 3.5 millones de pastillas, una cifra que triplica lo decomisado en todo el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Además del fentanilo, también se han registrado avances en la recuperación de combustible robado y la detención de presuntos criminales vinculados a organizaciones como el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
A pesar de que Sheinbaum, en su toma de protesta, aseguró que no regresaría la “guerra contra el narcotráfico”, los ejes de su plan de seguridad —atención de las causas, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de la inteligencia e investigación y coordinación con las entidades federativas— se han acompañado de una mayor contundencia operativa, en respuesta a las presiones y amenazas de las agencias estadounidenses.