Alega que el código de confidencialidad les impide informar acerca de casos de pacientes
Por Iván Villarreal
La Prensa
El Centro de Rehabilitación VIBE, ubicado en esta ciudad, enfrenta acusaciones tras la denuncia de Daniel Ayala, quien asegura que su pareja, Andrea Sofía, fue internada sin su consentimiento por decisión de los padres de la joven desde el 21 de agosto. Al intentar obtener información directamente en las instalaciones de VIBE nos topamos con una negativa rotunda del personal, que se amparó en un supuesto código de confidencialidad para evitar dar detalles.
“Solo se da información de cualquier interno al familiar responsable. Si la chica que mencionas está con nosotros, deberías contactar a su familia, que es la única que puede darte información”, fue la respuesta que se recibió por Brenda Berenice Narváez. Esta postura del centro ha generado cuestionamientos sobre la transparencia en sus procedimientos, especialmente cuando se trata de casos que involucran posibles violaciones a los derechos de los internos, como la presunta privación ilegal de la libertad de Andrea Sofía.
Ayala, quien ya presentó una denuncia formal ante el Ministerio Público, sostiene que la internación de su pareja fue injustificada y que VIBE incumplió una orden judicial para liberarla. La negativa del centro a proporcionar información directa, limitándose a derivar las consultas a los familiares responsables, ha intensificado las críticas hacia la institución, que ya acumula un historial de controversias por casos similares.
La opacidad de VIBE pone en tela de juicio la legalidad de sus prácticas y refuerza la exigencia de una investigación a fondo por parte de las autoridades.