Una madre soltera confesó en video que no disfruta jugar con sus hijos, generando controversia en redes sobre la maternidad y sus expectativas sociales.
Un video que circula en redes sociales ha generado una ola de reacciones y un intenso debate sobre la maternidad. En la grabación, una madre soltera, cuya identidad aún no ha sido revelada, admite abiertamente que jugar con sus hijos es la parte que menos disfruta de ser madre. Asegura que, aunque ama a sus hijos profundamente, no le agrada la idea de s4crificarse constantemente por ellos.
“Lo que menos me gusta de ser mamá es jugar con mis hijos, simplemente no me nace”, comenta en el video. La mujer también expresa cierta “envidia sana” hacia la niñera, con quien, según dice, sus hijos prefieren pasar el tiempo jugando. En sus palabras, ella prefiere que la cuidadora asuma esa tarea mientras aprovecha el tiempo para ocuparse de otras responsabilidades.
Sin embargo, aclaró que esto no significa que no le guste compartir tiempo con sus hijos.
“Me encanta hacer manualidades, pintar, salir a caminar o andar en patineta con ellos. El problema, según ella, surge cuando se trata de jugar de forma imaginativa, como inventar historias o repetir juegos como “Spider-Man gana por séptima vez”, algo que asegura no disfrutar ni sentirse capaz de hacer con entusiasmo.
Ser mamá soltera es demandante. A veces simplemente no tengo cabeza para jugar, confesó, planteando una pregunta que dejó en el aire: ¿No querer jugar con tus hijos te convierte en una mala madre?
Sus declaraciones no pasaron desapercibidas. Mientras algunos usuarios se sintieron identificados con su sinceridad, otros la criticaron duramente por exponer este tipo de reflexiones públicamente.
Usuarios reaccionan:
- “Yo tampoco disfruto jugar, la entiendo”.
- “Envidio a mi esposo porque él sí se mete en el juego con ellos”.
- “La maternidad no tiene que ser sacrificio constante”.
- “Hay cosas que no se dicen frente a una cámara”.
- “Estás criando hijos, no encargándoselos a una niñera”.
- “Esto es desapego emocional disfrazado de honestidad”.
El video ha reabierto el debate sobre la presión social que existe alrededor de la figura de la madre perfecta, y ha puesto sobre la mesa la necesidad de hablar con más apertura sobre las realidades, muchas veces incómodas, de la crianza.
POR: EXCELSIOR