Los científicos han dado a conocer la imagen más clara hasta la fecha de un misterioso objeto interestelar que atraviesa nuestro sistema solar a una velocidad de más de 220.000 km/h. Su nombre técnico es 3I/ATLAS, y es solo el tercer objeto conocido que proviene de otro sistema estelar.
Pero esta vez, los astrónomos tienen algo más que una simple detección, pues gracias al poderoso Observatorio Gemini Sur en Chile, han capturado unas imágenes tan detalladas y coloridas de este viajero interestelar, que finalmente podrían resolver el debate y así conocer si se trata de un cometa o algo realmente inquietante.
La imagen que lo cambia todo
Tomadas el pasado 27 de agosto, cuando 3I/ATLAS estaba a unos 380 millones de kilómetros de la Tierra, las imágenes revelan algo espectacular: un núcleo helado denso, rodeado por una brillante nube de gas y polvo, conocida como coma, y una cola larga y definida que se aleja del Sol.
“Estas nuevas imágenes demuestran muy claramente que 3I/ATLAS es un cometa”, explicaron los científicos.
Un mensajero de otro mundo
Para entender lo que hay detrás de este descubrimiento, es importante recordar que los cometas son como cápsulas del tiempo de los primeros días de un sistema solar, bolas de hielo y polvo que viajan en órbitas alargadas, muchas veces regresando después de siglos.
Cuando un cometa se acerca al Sol, el calor hace que el hielo pase de sólido a gas directamente, creando esa famosa coma brillante y la cola que lo sigue. Cuanto más calor recibe, más impresionante se vuelve su apariencia.
Y 3I/ATLAS no es la excepción, pues su brillo y actividad han aumentado notablemente en los últimos meses, confirmando su comportamiento totalmente natural.
¿De qué está hecho un visitante interestelar?
Las imágenes multicolores no solo son visualmente espectaculares, sin embargo permiten a los científicos descomponer la luz del cometa para analizar su composición química. El análisis revela algo fascinante: el polvo y el hielo de 3I/ATLAS son sorprendentemente similares a los cometas del sistema solar, aunque con una curiosa diferencia.
Según el Dr. Matthew Genge, del Imperial College de Londres, este cometa contiene más dióxido de carbono (CO₂) y menos agua que los cometas que conocemos. Esto sugiere que se formó mucho más lejos de su estrella madre, en una región extremadamente fría, más allá de la llamada “línea de nieve” cósmica.
“Cada cometa interestelar es un mensajero de otro sistema estelar”, dice Bryce Bolin, uno de los investigadores del proyecto. “Y al estudiar su luz y su color, podemos comenzar a comprender la diversidad de mundos más allá del nuestro”.
Desde que 3I/ATLAS fue detectado, no faltaron quienes sugirieron que podría tratarse de una nave interestelar artificial. Incluso el polémico físico de Harvard, profesor Avi Loeb, propuso la idea de que fuese un barco propulsado por energía nuclear.
Pero estas nuevas imágenes lo dejan claro: el brillo, la cola y la coma del objeto tienen explicaciones completamente naturales, no hay rastro de motores, señales de radio ni maniobras inteligentes. Solo hielo, polvo y física cósmica en acción.
3I/ATLAS solo será visible por unas semanas más antes de perderse en su viaje hacia el Sol, mientras tanto, los científicos se apresuran a recolectar toda la información posible, porque cada cometa como este es una ventana única a los secretos de otros sistemas planetarios.
Por EXCELSIOR